Noticias| 27/09/2025 |15:16 | Actualizada
27/09/2025 15:16
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Marisa Zannie
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Cuando Donald y Melania Trump aterrizaron en Windsor para su segunda visita oficial al Reino Unido, el protocolo se desplegó con precisión británica: carruajes, banquetes, tiaras y discursos cargados de cortesía.

Pero entre los gestos ensayados y las sonrisas diplomáticas, hubo una figura que brilló con luz propia: Kate Middleton. La princesa de Gales no solo dominó el arte del saludo real, sino que ofreció una clase magistral de moda estratégica.

Los príncipes de Gales, William y Kate, con Donald Trump / Foto: Royal Family
Los príncipes de Gales, William y Kate, con Donald Trump / Foto: Royal Family

Mientras la reina Camila parecía desdibujarse en el fondo y Melania Trump buscaba estar a la altura de ícono de elegancia de la royal más royal, Kate se convirtió en el centro de atención, sin decir una palabra más de la cuenta.

Aquí, analizamos los looks que le dieron la vuelta al mundo. Recuerda que Gurú puede resolver todas tus dudas sobre moda y estilo, escribe a gurudelestilo1@gmail.com, haz tu consulta en X a @GurudelEstilo, o en Facebook, en Gurú del Estilo con el logo del ganchito.

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El abrigo vino: poder sin estridencia

Para el primer encuentro formal con el presidente Trump, Kate eligió un vestido-abrigo color vino de Emilia Wickstead, estructurado y sobrio, que delineaba su silueta con precisión quirúrgica.

Kate Middleton en la bienvenida a los Trump / Foto: AP
Kate Middleton en la bienvenida a los Trump / Foto: AP

El tono, profundo y elegante, evocaba autoridad, y complementaba el sobrio traje de Melania y su sombrero púrpura, creando una narrativa visual de equilibrio. El sombrero Jane Taylor, con velo y broche de pluma, añadía un toque de sofisticación, mientras que el clutch vintage de Chanel cerraba el conjunto con un guiño de lujo.

Kate se mantuvo firme, serena, y perfectamente calibrada entre tradición y modernidad. Era la imagen de una mujer que entiende el poder del vestuario como herramienta de comunicación silenciosa.

El vestido dorado: glamour con mensaje

Para el banquete de Estado en Buckingham, Kate desplegó todo su arsenal de realeza glamorosa. Eligió un vestido de Phillipa Lepley en seda marfil con bordados dorados en encaje chantilly, acompañado por una capa vaporosa. El diseño, de inspiración eduardiana, evocaba cuentos de hadas sin caer en el exceso, y el dorado —color fetiche de Trump— fue una elección calculada que hablaba de cortesía sin sumisión.

La princesa de Gales y Michael Boulos entrando al banquete de estado ofrecido a los Trump / Foto: AFP
La princesa de Gales y Michael Boulos entrando al banquete de estado ofrecido a los Trump / Foto: AFP

Igualmente protagonista fue la tiara Lover’s Knot, heredada de Diana, que Kate ha convertido en su firma silenciosa. Con sus nudos de amor y perlas suspendidas, la pieza no solo añadía peso histórico al conjunto, sino que funcionaba como recordatorio de una narrativa femenina que trasciende generaciones.

En medio de los discursos y brindis, la tiara brillaba como símbolo de continuidad, elegancia y poder femenino. Kate no solo vestía para la ocasión, vestía para la historia.

El conjunto campestre: en terreno propio

Durante el paseo por los jardines de Frogmore Cottage, Kate optó por un conjunto más relajado, pero igual de calculado: pantalones culotte en verde oliva, blusa de seda estampada y chaqueta Barbour entallada.

Kate Middleton y Melania Trump en los jardines de Frogmore Cottage. (Foto: AFP)
Kate Middleton y Melania Trump en los jardines de Frogmore Cottage. (Foto: AFP)

El look, de inspiración campestre, era ideal para interactuar con los scouts sin perder el aura de princesa. Las botas Chelsea y el peinado suelto completaban una imagen de cercanía estilizada, perfecta para contrastar con la rigidez de los atuendos oficiales.

Aquí, la sincronía con Melania fue evidente, aunque breve. Mientras la primera dama estadounidense intentaba seguir el ritmo, Kate se movía con naturalidad entre niños, jardineros y fotógrafos.

Kate se mantuvo firme, sonriente y perfectamente vestida para cada escenario. Era la realeza en modo táctico, sin perder el estilo.

Hola, Gurú:

¿Los jeans tienen futuro o ya fueron?

Hola, Gabriela:

Los jeans no solo tienen futuro, tienen siete vidas. Aunque el denim clásico ha cedido terreno ante siluetas más fluidas y nuevos tejidos, cada temporada lo reinventa: wide-leg, cargo, con bordados, deslavados o en clave couture. El truco está en no aferrarse a los jeans skinny de 2010, sino en abrazar su evolución.

Besos de Gurú, XOXO.

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