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La residencia del embajador de España en México, Juan Duarte Cuadrado se convirtió en epicentro de la diplomacia y la celebración, al recibir a más de cuatro mil invitados en honor a la Fiesta Nacional de España, entre ellos diversos funcionarios del gobierno mexicano.
En un ambiente festivo, con acentos ibéricos y mexicanos, en específico de Día de Muertos, en la música, la gastronomía y la decoración, se reafirmó la fuerte y continua conexión histórica y estratégica entre México y España.
Durante su discurso, el embajador agradeció a Tláloc por su benevolencia climática y reconoció a su esposo Mick Daly como el verdadero artífice de la velada. Con humor y solemnidad, destacó que España ocupa el segundo lugar como país inversor en México, mientras que México es el tercer destino de inversión extranjera para España. Esta relación, dijo, no solo se sostiene en cifras, sino en una visión compartida que abarca cultura, turismo, economía, diplomacia y muchas áreas más.
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La noche ofreció un recorrido sensorial por las diferentes regiones de España: tapas, paella, jamón ibérico, quesos y vinos seleccionados fueron protagonistas de una experiencia que celebró la diversidad y riqueza del país.
Los himnos nacionales de México y España marcaron el inicio de una jornada que reunió a destacados representantes del ámbito político, empresarial, académico y artístico.
Más allá del protocolo, la recepción fue un espacio de encuentro y proyección. Cada brindis y cada conversación reflejaron el respeto mutuo y el entusiasmo por los proyectos venideros.
España y México no solo celebraron su historia común, sino también el futuro que construyen juntos, con industria, economía, arte, turismo, sabor y diplomacia y hasta moda como pilares.