Bajo todas las medidas de salubridad, San Miguel de Allende recibió a invitados de todas partes del mundo para celebrar el Día de Muertos. La ciudad se llenó de coloridas flores, listones, papel picado y ofrendas para rendir tributo a los que ya no están entre nosotros. Las reuniones y cenas —con sana distancia— por supuesto que tampoco podían faltar. Hotel Matilda fue el venue elegido para celebrar el evento, la noche comenzó con algunos cocteles de tequila para después dar paso a la gran cena preparada por Gaby Ruiz Lugo, de Carmela y Sal, quien preparó un Brioche de calabaza asada y especias; atún con chicharrón y salsa de chile de árbol; y short rib en salsa negra con tartar de aguacate y pimientos. El dulce final corrió a cargo de la repostera Fernanda Prado, quien alistó una original Pavlova de azahar de naranja y miel en forma de pan de muerto Después de la cena, los invitados pudieron disfrutar de música en vivo y, claro, más tequila.