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Veinte días después del funeral del papa Francisco, la Plaza de San Pedro volvió a vestirse de solemnidad para recibir a fieles, líderes y representantes de todo el mundo con motivo de la misa de inicio del pontificado del papa León XIV.
Hace poco más de una semana, el cónclave eligió al cardenal estadounidense Robert Prevost como el pontífice número 267 en la historia de la Iglesia católica. Ahora, León XIV fue arropado por delegaciones internacionales y representantes de la realeza en la solemne misa que marcó oficialmente el inicio de su pontificado.
Como dicta la tradición, el evento reunió a representantes de diferentes casas reales, entre ellos estuvieron presentes los reyes Felipe VI y Letizia de España, quienes saludaron al papa León XIV y le expresaron sus mejores deseos.
Los reyes de España arribaron a Roma la noche previa a la misa, acompañados por las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Desde su elección, los reyes han mostrado públicamente su respaldo al nuevo líder de la Iglesia católica. “Felicitamos al cardenal Prevost por su elección como nuevo pontífice, el Papa León XIV”, se lee en el mensaje publicado a través de redes sociales de la Casa Real Española.
En este solemne evento, la reina Letizia asistió vestida con un impecable blanco debido al código de vestimenta. Como en otras ocasiones, el “privilegio del blanco” marcó la estética de la ceremonia, pues está reservado únicamente a las reinas católicas y a algunas consortes principescas.
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Papa León XIV: La realeza que lo acompaña en el inicio de su pontíficado
Como parte de la ceremonia, los príncipes Alberto II y Charlène de Mónaco también asistieron para acompañar al papa León XIV en el inicio de su pontificado. La princesa, también vestida de blanco, protagonizó un momento marcado por el respeto al saludar a la reina Letizia de España.
Entre las delegaciones europeas que acudieron al Vaticano para la misa de inicio de pontificado del papa León XIV, destacó la presencia de la reina Máxima de los Países Bajos, quien viajó a Roma acompañada por el nuevo primer ministro, Dick Schoof.
La presencia de la reina también tiene un valor simbólico especial, ya que la familia real no pudo asistir al funeral del papa Francisco.
Así mismo, en el acto solemne también asistieron personalidades como el príncipe Eduardo, duque de Edimburgo, quien asistió en representación del rey Carlos III como lo marca la tradición. Durante el funeral del papa Francisco, fue el príncipe William quien asistió en representación de su papá, por ejemplo.
También asistieron los duques Enrique I y María Teresa de Luxemburgo, la princesa Victoria de Suecia y el príncipe Aimón de Saboya-Aosta junto a su hijo mayor, el príncipe Manuel Filiberto de Saboya.
El protocolo vaticano colocó en lugares de honor a las delegaciones de Estados Unidos y Perú, países con los que el Papa mantiene un lazo especial, pues nació en Chicago y obtuvo la nacionalidad peruana tras años de servicio episcopal en ese país andino. Así, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, y la presidenta peruana, Dina Boluarte, ocuparon las primeras filas junto a las casas reales católicas.
Durante la ceremonia, León XIV volvió a dirigirse a los líderes presentes con un tono cercano: “Hoy no empieza el pontificado de un hombre, sino el servicio renovado de una Iglesia llamada a sanar, escuchar y acoger. El mundo necesita puentes, no muros. Que nuestra presencia aquí sea semilla de diálogo y esperanza”, expresó.
Con estas palabras, el papa León XIV dio inicio formal a su pontificado, en una ceremonia rodeada de tradición y diplomacia.
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