Más Información
Como cada año, el hotel Shangri-La de París se convirtió en escenario de uno de los eventos más exclusivos del calendario social internacional: Le Bal des Débutantes.
Fundado en 1992 por Ophélie Renouard como una reinterpretación moderna de los antiguos bailes de presentación en sociedad, este encuentro reúne a jóvenes de familias aristocráticas, artísticas y empresariales de todo el mundo, quienes hacen su debut vestidas de haute couture y acompañadas por cavaliers cuidadosamente seleccionados.
En esta edición participaron 19 debutantes, cada una de ellas portando joyas históricas de la casa V MUSE y peinadas por Dessange París, reafirmando la fusión entre tradición y modernidad.
Leer también: Ella es la nieta de Carolina Herrera que deslumbró en el Baile de Debutantes
Se ofreció un coctel con champán Laurent-Perrier, seguido de una cena diseñada por el chef Simon Havage y y vinos Grand Cru de Château Giscours, al inicio de la velada.
La apertura del baile estuvo a cargo de Gabrielle Janssens de Balkany, bisnieta de los reyes Humberto II y María José de Italia, vestida por Luisa Beccaria, y acompañada por su padre, el empresario belga Olivier Janssens.
Entre las protagonistas de la noche destacaron las tres primas de la familia Orléans: Isabelle de Orléans, hija menor de los duques de Chartres y acompañada por su hermano Constantino; Almudena Dailly de Orléans, hija de Pierre-Louis Dailly y de la princesa Adelaida de Orléans, acompañada por su hermano Diego; y Eulalia de Orléans-Borbón, hija del príncipe Álvaro de Orléans-Borbón y de Antonella Rendino, quien llegó del brazo de Albert Windsor, nieto de los duques de Kent.
Otra debutante royal presente en Le Bal fue Lady Araminta Spencer-Curchill, hija del doceavo duque de Marlborough, Charles James Spencer-Churchill, y de su segunda esposa, Edla Griffiths. Vestida por Armani Privé, fue acompañada por el barón Nicholas von Perfall.
Por su parte, Carolina Lansing, nieta de la prestigiada diseñadora Carolina Herrera e hija de Patricia Herrera y Gerrit Livingstone Lansing Jr, eligió un vestido blanco con lunares negros creado por Wes Gordon, honrando el legado de su abuela. Ella estuvo acompañada por su hermano, Magnus.
La presencia hollywoodense llegó con Brownyn Golden Vance, hija de los actores Angela Bassett y Courtney B. Vance, vestida por Stéphane Rolland y acompañada por su hermano gemelo, Slater.
Por el lado mexicano, destacó la presencia del conde Brando Leonardo Borletti Dell’Acqua como cavalier de Josephine Haas, hija de Philippe y Anne-Sophie Haas, una familia francesa vinculada al mundo empresarial y cultural; Brando es hijo del conde de Arosio, Ruggero Borletti, y de Fernanda Treviño, ella es mexicana, originaria de Monterrey, Nuevo León.
Más allá del glamour y los linajes, el baile reafirmó su vocación filantrópica. Los fondos recaudados se destinaron al Hospital Infantil Maria Fareri de Nueva York y a la Asociación para la Investigación de Cardiología desde Fetos a Adultos del Hospital Necker-Enfants Malades de París.
Considerado por muchos como un Bridgerton moderno, Le Bal se consolida como un puente entre la nobleza histórica y la élite cultural global.
Leer también: Andrés de Inglaterra: La historia de un príncipe caído
[Publicidad]



















