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Vicente Fernández, el "Charro de Huentitán", tuvo sus últimos minutos de vida rodeado del amor de sus hijos y de la estoica presencia de su amada Cuquita Abarca. Frente a la ola de rumores que señalan que el cantante no murió a la hora que sus familiares informaron, el sacerdote que le ungió el óleo de los enfermos reveló lo que vio en esos momentos con la familia Fernández.
"Estaba toda la familia reunida y rezamos, le puse los santos óleos. Yo se los puse cuando llegó al hospital y cuando se fue, o sea, ocho horas antes o nueve, algo así, de que Dios lo llamara, porque fue el día 12, muy significativo", contó el religioso Óscar Sánchez Barba al programa "Ventaneando".
"Estaban los nietos y le decían 'ahora le vas a cantar en el cielo a Dios'... son momentos muy fuertes que tuve el privilegio de estar ahí porque ellos me llamaron". dijo el sacerdote. "Yo creo que (Vicente) estaba conciente porque le hablaban al oído y él hacía señas de que entendía. Por ejemplo, Cuquita le decía 'vámonos a casa' y él hacía con la boca 'casa', 'te amo', fue un momento muy fuerte".
(Los hijos de Vicente Fernández acompañaron a su mamá durante todo el homenaje de cuerpo presente / AFP)
El sacerdote católico romano comentó que, aunque su amistad con Vicente Fernández era muy cercana, evitó visitarlo en el hospital por prudencia pero que se mantenía en contacto con todos sus hijos, especialmente con Gerardo, quien organizaba todo.
Sin embargo, lo que más le conmovió al sacerdote fue la fortaleza de la viuda, María del Refugio Abarca, conocida de cariño como Cuquita.
"Qué barbaridad, una fortaleza, luego el mensaje que nos dijo ahí, la bendición que nos dio. es una familia de fe, es lo que yo veo".
(Vicente Fernández estuvo casado con Cuquita Abarca por más de 5 décadas / AFP)
