Noticias| 12/04/2021 |09:08 |Brando Alcauter | Actualizada
09:08

Luego de varios meses alejado del ojo público, Miguel Bosé decidió regresar a las plataformas sociales precisamente el mismo día de su cumpleaños número 65 (3 de abril), pero no solo eso, luego de la polémica generada el año pasado a causa de su postura respecto a la pandemia provocada por el Covid-19, el cantante quiso mostrarse a corazón abierto y concedió una entrevista íntima, personal y muy sincera a Jordi Évole para su programa “Lo de Évole”, que transmitió su primera parte ayer domingo 11 de abril a través de “La Sexta”, un canal de televisión digital propiedad de Atresmedia.

En este episodio, Miguel Bosé mostró su lado más vulnerable con las drogas y su familia. De las primeras dijo que había tenido años salvajes en los que descubrió su lado oscuro y en el se involucró con sustancias y sexo “a lo bestia”, según sus propias palabras. Bosé recordó que por desamor fue que entró al mundo de las drogas en una noche de 1988 o 1989. “Llamé a unos amigos de madrugada y les dije `Quiero ir de fiesta´. Esa noche tomé mi primera copa y me metí mi primera raya, que me duró una semana; me salió baratísimo”.

Fueron más de 20 años en los que Miguel Bosé estuvo involucrado “a saco” con las drogas. “Se convirtió en una dependencia diaria, empezó a perder la gracia y a causar problemas serios. He llegado a consumir casi dos gramos diarios, más fumar maría, éxtasis”, contó el cantante quien pensaba que era una parte necesaria que él ligaba con la creatividad. “Pero cuando el consumo es habitual, las drogas dejan de ser un aliado y pasan a ser enemigo”, sostuvo.

Según él, lo dejó todo el mismo día de hace siete años y lo hizo solo. “Subiendo unas escaleras hacia un escenario para un ensayo, mi road manager me dijo: `Está todo preparado´. Y yo le contesté: `Se acabó´”.

Respecto a su familia, el intérprete de “Morena mía” expresó que es uno de los puntos más importantes para que él perdiera su voz. “Mi voz va y viene. Su raíz es emocional. Empiezo a perderla en el momento en que mi familia, esa en la que yo creo… Bueno no se llama familia, es una especie de acuerdo de convivencia que tienen dos personas que tuvieron una relación y que deciden seguir adelante con buen rollo para que los hijos de ambas partes puedan continuar creciendo juntos como lo que ellos pensaron desde el primer día que eran, hermanos”, dijo Miguel Bosé quien se encuentra en medio de una batalla legal contra su expareja Nacho Palau.

Hace diez años, Miguel y Nacho decidieron tener dos pares de mellizos, dos con los genes y apellidos de uno y dos con los genes y apellidos del otro, fue así que Bosé tuvo a Tadeo y Diego y Palau a Ivo y Telmo.

"Todo esto tiene que ver con los pequeños, pero el problema es que llega a los mayores. Los mayores son los que toman las decisiones y los que tienen que recibir los golpes o cargar con las responsabilidades. Yo no estaba preparado. Cuando mi relación de pareja empezó a ir mal, cuando el amor no existe, cuando el enamoramiento ha desaparecido, cuando la amistad y el buen rollo se difuminan y cuando se pierde la admiración, cuando todo se derrumba..., en mi caso por discreción, por responsabilidad, por educación también, aguantas. Y estalla. Estalla mal y empiezan los problemas serios. Y, para mí, uno de esos problemas fue la voz. Ahora puedo hablar, pero he llegado a no tener voz, cero”, continuó diciendo Miguel Bosé. Leer también: 

Para finalizar sobre el tema de sus hijos, él mismo se definió como un padre amoroso, cuidadoso y autoritario aunque nunca aclaró si habla de dos de los niños o de ellos cuatro. Leer también: 

TEMAS RELACIONADOS