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Como arquitecto del Foro Boca y la Cineteca Nacional, Michel Rojkind tiene una amplia carrera en México al frente de su despacho, la cual, incluso, le valió que hace dos años fuera nombrado vicepresidente de Arquitectura de WeWork Global, por lo cual cambió su residencia a Nueva York.
Michel se encuentra desarrollando Ummara, un proyecto en el Valle de Guadalupe, en el cual combina nuevas tendencias de la arquitectura en un proyecto vinícola en 28 villas. “Se hicieron los tabiques con la tierra local, el concreto con pigmentos y colores de la zona y creamos un proyecto que se adapta al lugar, que se mimetiza en el ambiente y exalta lo que ya está sin ser un protagonista suelto”, dice y agrega lo mágico que se ha convertido el Valle de Guadalupe en términos arquitectónicos, gastronómicos y culturales.
El arquitecto nos comparte que se encuentra sano y muy agradecido por poder continuar con tantos proyectos desde casa, por lo que también platicamos con él sobre cómo se va a transformar el concepto de oficina y qué tendencias en arquitectura e interiorismo veremos en los próximos años impulsadas por la pandemia.
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Nos dice que lo holístico va a transformar la arquitectura y que los proyectos no solo deben responder a una función específica, sino adaptarse a su entorno y a las necesidades de la comunidad como espacio público. “Más allá de cumplir con salas de cine y bóvedas que pidió el gobierno, en el caso de la Cineteca, me parece increíble que la gente se exprese como en un lugar comunitario y democrático donde pueda haber desde una manifestación hasta un centro de acopio. Es muy bonito que un proyecto tenga esa capacidad de echar raíces en la sociedad”, expresa.
“Viene una tendencia importante de cómo nos hemos desconectado de la naturaleza, que ha sido un grave error. Cómo hemos pensado que la naturaleza es una cosa y nosotros somos otra y hacemos edificios donde todo está climatizado y aislado y se pierde la relación con el aire, las plantas, etc.”, agrega.
Michel se muestra positivo ante algunas consecuencias que el confinamiento ha traído y espera que estos ocasionen un cambio para mejorar y progresar como humanos y miembros de una comunidad global. “Me parece importante el momento que estamos viviendo y hasta cierto punto crítico de no diseñar con miedo o desde el miedo, en el sentido de no hacerlo con argumentos como: ¿cómo me protejo con esta burbuja de acrílico para que nadie me contagie? ¿Cómo me aíslo de todo el mundo? Al contrario, creo que después de esta experiencia no quieres estar aislado. Yo quiero regresar a mi comunidad donde puedo abrazar y saber que lo que tenemos que replantearnos es dónde se está invirtiendo el dinero”, dijo.
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