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El 6 de octubre inició el juicio civil contra Kevin Spacey, quien fue demandado por el actor Anthony Rapp quien asegura haber sido víctima de abuso sexual en 1986 y por lo que está exigiendo 40 millones de dólares por los daños psicológicos, gastos médicos y desempleo que la situación le provocó.
Este lunes 17 de octubre fue el turno del actor y director de cine de 63 años de testificar en la Corte, donde protagonizó un momento emotivo al relatar su infancia y la complicada relación que desarrolló con Thomas Fowler, su papá.
"Crecí en una situación en la que no me sentía cómodo hablando de estas cosas. Mi padre solía gritarme sobre la idea de que podría ser gay porque estaba interesado en el teatro", explicó Kevin Spacey, quien se declaró homosexual hasta los 58 años.
El momento más tenso de su infancia surgió a raíz de que su familia se mudara a California y que su papá estuviera desempleado, lo que le permitía atormentar más tiempo a su propio hijo.
(El actor Kevin Spacey saliendo de la Corte en Nueva York el lunes 17 de octubre / AP)
"Mi padre se enganchó con algunas ideas y personas que dañaron su mente y su sensibilidad. Mi padre era un supremacista blanco y neonazi. Estuvimos obligados a escuchar horas y horas de conferencias sobre sus creencias e ideas".
De acuerdo con los reportes, para este momento Spacey ya tenía lágrimas en el rostro y con la voz entrecortada continuó su historia "Solía gritarme una palabra muy despectiva para la comunidad gay. Fue muy perturbador para mí porque estaba empezando a descubrir mi propia sexualidad. Estaba humillado y aterrorizado de siquiera considerar traer a mis amigos a mi casa porque tenía miedo de lo que dirían".
El actor que participa en la película "Baby Driver" junto a Eiza González y Ansel Elgort abordó el trauma que esto le dejó: "Creo que tenía un grado de vergüenza y quería que la gente recordara los personajes que estaba interpretando y que no supieran demasiado sobre mí. Ese es mi razonamiento, estaba protegiendo el trabajo".
Luego de estas declaraciones, el juez Lewis Kaplan desestimó las acusaciones de angustia emocional que supuestamente Kevin Spacey infringió sobre Anthony Rapp. Sin embargo, se seguirá investigando el presunto ataque sexual.