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Con una energía cálida y una voz que transmite pasión por lo que hace, Revista Clase y VIP de El Universal se reunió con Ana Sofía Gatica en Casa Prunes para celebrar el momento clave que vive su carrera.
La actriz, que ha brillado tanto en el teatro como en la pantalla, nos abre las puertas de su corazón y su universo creativo para hablar sobre su presente actoral, el camino que la trajo hasta aquí, y cómo ha vivido el inesperado éxito de la serie “Pecados Inconfesables”.

Entre reflexiones sobre el arte, el valor de sus raíces familiares y su compromiso por contar historias que dejan huella, Ana Sofía deja claro que para ella, actuar no es solo interpretar: es resistir, cuestionar y sentir profundamente.
En el universo vertiginoso del streaming, donde cada semana se estrenan películas y series, pocos proyectos logran abrirse paso y dejar una marca en el público. “Pecados Inconfesables” lo consiguió. Para Ana Sofía, quien protagoniza esta serie de Netflix junto a Zuria Vega, Erik Hayser y Andrés Baida, el fenómeno fue tan grato como inesperado.

“Me siento muy agradecida. No lo veía venir para nada. No porque no creyera en el proyecto, pero se estrenan tantas cosas todo el tiempo, que lograr conectar así con el público es algo muy especial”, nos cuenta con una sonrisa genuina.
“Nos la pasamos increíble haciéndolo”, confiesa la actriz, y el resultado está a la vista, la serie lideró el Top 10 de Netflix a nivel global y en varios países de habla hispana en agosto de 2025 gracias a su audaz trama de traición y relaciones prohibidas.
El camino de Ana Sofía comenzó, como el de muchos grandes actores, en los escenarios de teatro, pero no en cualquier producción, estuvo cinco años en “La obra que sale mal”, una comedia que desafía al cuerpo, la mente y la risa.
Sin embargo, el salto a la pantalla llegó en plena pandemia. La actriz audicionó para la segunda temporada de “Control Z”, otro éxito de Netflix. A partir de ahí, el mundo audiovisual se abrió como una nueva ventana. Cine, series, más teatro. “Ha sido un camino muy bonito, muy inesperado, muy cansado también, pero increíble”.

En los últimos años, Ana Sofía ha navegado entre cine y series, encadenando proyecto tras proyecto. Y aunque disfruta profundamente su trabajo, también ha enfrentado los contras. “No he sido consciente de la carga de trabajo, lo que también es un arma de doble filo, de repente me cae todo el cansancio de golpe. He tenido que aprender a cuidarme y a dedicarme tiempo a mí”.
Entre los personajes que más han marcado su carrera está Livia, su personaje en “Pecados Inconfesables”, una joven auténtica y decidida. “Me permitió jugar mucho. Tiene muchas facetas, atraviesa muchas emociones. Fue un gran regalo actoral”.

Pero si hay un proyecto que tocó sus fibras más profundas fue su participación en “Jauría”, una obra de teatro que relataba un caso de violació. “Fue un proyecto que me movió muchísimo. Me hizo pensar en qué tipo de historias quiero contar y por qué”.

Para Ana Sofía Gatica es claro. “No me veo actuando si no es desde una perspectiva política y social. Actuar se ha vuelto mi forma de expresión, incluso de denuncia. Eso no quiere decir que no pueda hacer comedia o entretenimiento, pero sí necesito tener claro por qué estoy contando algo”.
¿Qué es el éxito para Ana Sofía Gatica?
Lejos de la imagen tradicional de éxito, Ana Sofía encuentra plenitud en lo más simple, en su día a día. “Para mí, el éxito hoy es poder vivir de lo que amo, que es actuar, y hacerlo cerca de mi familia. Estar con mi gata, con mi perra, poder ir a la playa… disfrutar la vida mientras hago lo que me apasiona. Eso, para mí, ya es muchísimo”.

La herencia familiar de Ana Sofía Gatica
Hablar de familia para Ana Sofía Gatica es hablar también del legado artístico que la rodea. Su historia personal está marcada por apellidos que resonaron —y siguen resonando— en la cultura mexicana. Es hija de Aida Yolanda Gatica y del exfutbolista Carlos Hermosillo, pero su linaje artístico va todavía más atrás.
Su abuela, Mapita Cortés, brilló en el Cine de Oro mexicano, mientras que su abuelo fue nada menos que el icónico bolerista Lucho Gatica, cuya voz marcó a generaciones enteras.

“Me encantaría contar la historia de mi abuela, y también habitar a mi abuelo desde la ficción. Hacerlo desde el teatro, desde lo íntimo. Aunque también me gusta dejarme sorprender por lo que trae la carrera”, comparte.
Más allá de los reflectores heredados, Ana Sofía lleva ese legado con respeto y profundidad, incluso fuera del set, donde la actriz encuentra su centro en lo cotidiano: la música, los afectos y el tiempo con los suyos.

“Amo la música, amo los boleros. Mis hermanos son mi mejor plan, y mis amigas me recargan de energía. También me gusta aprender cosas nuevas, hacer cosas que no conozco. Eso me conecta conmigo misma”.
¿Qué viene para Ana Sofía Gatica?
Hoy, Ana Sofía Gatica está filmando “La Dinastía Castillas”, un proyecto que le emociona profundamente. También asistirá a la 67ª edición de los Premios Ariel y se prepara para una temporada de teatro a principios del próximo año. “Todo el trabajo de los últimos siete años está saliendo ahora, y eso me tiene feliz y agradecida”.

Y para despedirse, la actriz mexicana deja un consejo sencillo, casi como un mantra que la acompaña: “No se tomen la vida tan en serio. Disfruten de las pequeñas cosas. Ahí está lo bonito”.
Agradecimientos especiales:
Locación: Casa Prunes
Maquillaje: Jimena Martínez Salas para Seicento
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