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La vida de la diseñadora chiapaneca Kathia Fontini parece sacada de un cuento de Disney, solo que en lugar de un príncipe salvador, ella se rescató sola a base de mucho trabajo. La ahora famosa diseñadora de alta costura nació en el seno de una sencilla familia de campesinos y su oportunidad de asomarse a la vida de lujos se dio cuando su mamá, quien era empleada doméstica, la llevó a su trabajo: era la casa de unos ricos cafetaleros, en Chiapas.
"Tengo 19 años en la costura y una semana estoy en Chiapas y otra en la Ciudad de México. Los talleres no se dirigen solos, así que tengo que estar aquí y allá", dijo Kathia Fontini en entrevista exclusiva para Clase, desde su natal Chiapas.
Escuchar a la diseñadora estruje el corazón. Su voz se quiebra cuando narra lo humilde que era en su infancia y que sus abuelitos cuidaron de ella mientras sus papás trabajaban: su mamá en la limpieza de casas y su papá en el campo. Kathia Fontini asegura y cree con vehemencia que Dios siempre ha estado detrás de su éxito.
Su gusto por la alta costura surgió cuando su mamá, quien se empleó como ayudante doméstica, trabajaba con una familia de cafetaleros de mucho dinero, en Chiapas. "Yo crecí con mis abuelitos y mi mamá me puso a trabajar en la casa donde ella estaba cuando yo tenía 10 años y medio. Yo veía a la señora muy guapa, muy arreglada, y desde ahí me empecé a inspirar y yo decía que quería ser como ella. Entonces, de las revistas de ese entonces, Vanidades y Cosmo, yo recortaba las hojas de moda y decoración", narró Kathia Fontini, quien más adelante estaría trabajando para celebridades de la talla de Ximena Navarrete, Lucía Méndez y Aracely Arámbula.
Es preciso destacar que Kathia Fontini es una diseñadora de modas nata. Nació con el arte en las manos.
"Su primera cliente fue la señora Serafina Reyes de Alonso porque a su hija le habían comprado su vestido de novia en España y hubo un problema; ella fue la primera que entró a mi espacio que abrí y le vendimos 11 diseños dibujados. Este taller estaba ubicado en la colonia Vistahermosa, en Tuxtla Gutierrez".
Los bordados que realzan sus diseños, todos, tienen un aire bucólico a su querido Chiapas, y el arte que se teje con cada hilo nace en sus propias manos. Kathia Fontini aseguró que ella es la creadora de cada diseño y nos contó cómo comenzó a trabajar para Ximena Navarrete, esposa de Juan Carlos Valladares.
"Una vez me pidieron vestidos para una persona importante pero yo no sabía quién era. Entonces nosotros mandamos 4 vestidos, era el día que pidieron la mano de Ximena Navarrete. En ese momento habían mandado vestidos de David Salomón, de Benito Santos y míos y escogieron tres míos, uno de David y otro de Benito".
Con un taller en Chiapas y otro en la Ciudad de México, Kathia Fontini confiesa que su vida actual, con sus éxitos y reconocimientos, no sería la misma sin las bendiciones de Dios, pues ella es muy devota. "He sido muy bendecida", dice con firmeza.
Por ello, cree que el acercamiento que tuvo con Tania Ruiz, novia del expresidente Enrique Peña Nieto es producto de lo mismo: de la fortuna que la persigue.
"Un día me vine de Chiapas y compré una revista y estaba Tania con Peña Nieto en la portada y me di cuenta que era una foto no posada y dije 'esta niña wow' y les dije a mis amigos 'tenemos que vestir a esta niña ya'". Entonces un día que estaba de visita en plaza Antara, Kathia se encontró con el representante de la potosina. "Iba subiendo las escaleras de Antara, después de trabajar todo el día de un sábado, y vi a Pedro que iba bajando, él es su representante, y lo saludé. Al día siguiente, él me llamó para preguntarme si quería colaborar con Tania. Necesitaban 10 vestidos, mandamos 8 y se quedaron con 5 nuestros".
-¿Cómo es Tania Ruiz?
"Tania es una niña que nos atrajo por su belleza, por el momento que está viviendo, pero es unia niña tan tierna, tan sencilla, la adoramos. De hecho, voy a hacer una colección para ella, ya le dije". A pregunta expresa, Kathia Fontini comentó que no ha tenido trato con Enrique Peña Nieto, que aún no lo conoce, pero confirmó que Tania Ruiz es una persona de mucho valor.
La diseñadora chiapaneca admira a Carolina Herrera y a Valentino y creció admirando la belleza y clase de Jackie Onassis, la princesa Diana y Grace Kelly, razón de su buen gusto y la elegancia que pone en cada puntada que cose.
"Nosotros trabajamos con las manos, no mandamos a nadie", reafirma. Cada diseño que vemos es producto de la tenacidad de sus manos y sus dedos, los que entrelaza con hilos y agujas que han dado vida a modelos y diseños exclusivos, mexicanos, con tejidos chiapanecos inspirados con la alta costura.