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En medio de un escenario natural inigualable, sus viñedos, la Bodega L. A. Cetto celebró la 97ª edición de su tradicional Fiesta de Colores, reuniendo a más de 1500 invitados para brindar por el inicio de la vendimia y honrar cerca de un siglo de historia vitivinícola en México.
La jornada comenzó con la solemne misa de bendición de la primera cosecha, un emotivo ritual en el que la familia Cetto, viticultores y visitantes participaron en la recepción de los primeros racimos de la temporada. Posteriormente, los asistentes disfrutaron de una degustación de más de 30 etiquetas de la casa, maridadas con bocados de autor, creados por el chef David Salgado. El recorrido sensorial incluyó desde espumosos frescos hasta tintos emblemáticos como el Nebbiolo, Sierra Blanca y la línea boutique de la casa.
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Uno de los momentos más esperados, como cada año, fue el tradicional concurso de pisado de uvas, que entre risas, música y aplausos, revivió la forma artesanal de iniciar el proceso del vino.
Al caer la tarde, los viñedos se transformaron en un gran salón al aire libre para una cena de cuatro tiempos cuidadosamente diseñada para armonizar con los vinos de L.A. Cetto.
El primer tiempo fue Callo de otate frito en su concha con hummus de alcachofa asada y kimchi; como segundo, Strudel de mezcla de champiñones con alioli de aceite de trufa y pimienta; después, Filete de res asado a la leña con espinacas a la crema y papitas cambray, para finalizar con el postre 50% y 50%, una panacotta de naranja con crumble de almendra y una exquisita y delicada Tartaleta de crème brûlée de elote.
Como ocurre en cada Fiesta de Colores, Luis Alberto Cetto presumió las 38 medallas obtenidas durante el año en distintos concursos. 21 de Oro, Gran Oro y Doble Oro, además de la medalla que por octava ocasión le otorgó el prestigiado certamen New York International Competition como La Bodega Mexicana del Año, sumando un total de 1000 medallas recibidas a lo largo de la existencia de la bodega, motivo de celebración en este 2025.
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El cierre estuvo a cargo del cantante Reily Barba, quien puso a cantar a todos los presentes con un playlist de sus mayores éxitos; después de su actuación, vino un afterparty con un Dj que extendió la celebración hasta la madrugada.
