The Bright Side| 11/04/2018 |12:52 |The Bright Side | Actualizada
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“Dicen que la curiosidad mató al gato, pero no dicen si lo que descubrió valió la pena”, José Saramago

Cada vez que pedimos algo al Universo, se abre un espacio energético de todas las moléculas disponibles para que lo recibamos. Sin embargo, con frecuencia las cosas no se manifestarán exactamente como las deseamos.
Esto se debe a que nuestro punto de vista es muy limitado y se basa en lo conocido. ¿Te imaginas cuántas posibilidades infinitas existen ahí afuera que ni siquiera has concebido en tu mente?

El Universo no tiene un punto de vista, ya que abarca TODO. Somos nosotros los que calificamos si algo está “bien” o algo está  “mal”. ¿Qué tal que estuvieras dispuesto a recibir todo, absolutamente todo lo que llega y que solamente eligieras lo que te funciona, lo que contribuye a tu vida en este momento?

Pongamos un ejemplo: vas a un restaurante y le preguntas al mesero  qué te recomienda y entre las opciones hay unos huevos con tortilla y salsa. Tú estás a dieta y eres alérgic@ a los huevos. ¿Te vas a enojar con el mesero por haberte ofrecido ese platillo? O simplemente dices “Gracias, ¿qué más hay?”.


Así más o menos funciona el Universo, te ofrece un menú de posibilidades y tú eliges la que te funcione mejor, sin embargo no tienes por qué molestarte si no vino envuelto el regalo como tú querías. Si lo rechazas, estás mandando la señal de que no te llegue más.

Otro ejemplo puede ser que tú estás pidiendo dinero y te encuentras unas monedas tiradas o te llega un trabajo en el que te pagan menos de lo que esperabas. ¿Qué haces? ¿Te ofendes porque no llegó la cantidad que estabas esperando? ¿Qué tal que agradecieras lo que hay y que simplemente dijeras “más de esto por favor?” 


Ahora, ¿te has dado cuenta cuánto de lo que recibes hoy estás rechazando? ¿Qué tal que fuera la puerta de entrada a algo mucho mayor y como ya concluiste que “así no debería ser” lo dejaste y te fuiste? En mi experiencia  y en los talleres y sesiones que doy desde hace muchos años, me he dado cuenta que entre más específico sea el “cómo” quieres que te llegue algo, menos posibilidades tienes de recibirlo. Te invito a que agradezcas lo que hay, que pidas la energía de lo que desees, estés abiert@ a recibir lo que llegue sin juicio o conclusión y que sigas en la pregunta ¿qué más hay ahí que no he considerado? Sé curios@ y agradecid@ y tal vez te des cuenta que ya recibiste lo que pediste.