The Bright Side| 05/08/2019 |18:19 |The Bright Side | Actualizada
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Uno de los temas que más me divierten es el de los negocios, desde chiquita estaba siempre vendiendo pasteles, poniendo tienditas de dulces afuera de mi casa, más tarde vendí bolsas durante muchos años. Es algo que disfruto mucho y lo hago simplemente por gusto.

Durante muchos años he trabajado también en distintas empresas y creo que cuando más feliz he sido es cuando he podido ser yo misma en estos trabajos. Ayer estaba platicando con una amiga a quien conocí en uno de mis trabajos y hablamos de que en un momento dado en ese lugar, empecé a convertirme en alguien que no era yo. Era tal el control y las reglas tan estrictas, que no podía ser la persona alegre y entusiasta que he sido siempre y por supuesto cada vez me sentía más mal hasta que llegó un momento en el que me fui.

Creo que la mejor manera de hacer negocios, ya sea como parte de una empresa o como dueño de uno, es nunca olvidar quién eres tú, ya que eso hará que te puedas desarrollar mucho mejor y que el negocio crezca.

Muchas veces sucede que cuando queremos controlar todo, no permitimos que quienes colaboran con nosotros crezcan y den todo su potencial y tal vez harán las cosas como tú les dices, pero esto es una bomba de tiempo, ya que tarde o temprano saldrá el verdadero ser de esas personas.

Hay dos formas de llevar un equipo: una es empoderando y la otra es micro-administrando. En la primera tu negocio crece, ya que las personas dan lo mejor de sí, incluso aportando ideas que a ti ni se te habían ocurrido, manejan sus tiempos, por lo que tu negocio crece.

Micro-administrar es algo que hacen muchos jefes al tratar de tener el control absoluto de todos los movimientos que se hacen en el negocio. Con esto sofocan a sus empleados, ya que no les permiten sacar toda su creatividad, se frustran y se comportan como robots.

Tú no eres tu negocio
Tú no eres tu negocio

Cuando crees que tú eres tu negocio, en vez de que éste crezca, lo sofocas. El negocio es una entidad aparte de ti, aunque tú lo hayas creado o fundado y al permitirle que se mueva en direcciones distintas a las que te habías imaginado, probablemente te dará más de lo que jamás creíste.

Por otro lado, cuando el negocio fracasa, es el negocio el que fracasó y no tú. Tú eres el creador, por lo que tienes la capacidad de crear otro.

¿Cómo sería el mundo laboral si estuviéramos dispuestos a hacer negocios desde un lugar de expansión, creatividad y no-competencia?

Sin duda es algo que voy a explorar y te invito a hacerlo.

“Siempre elegiré a una persona floja para hacer una tarea pesada, porque siempre encontrará una forma fácil de hacerla.” Bill Gates