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Luego del lanzamiento del libro "Finding Freedom" y de una serie de revelaciones que aparecieron previo a su primer día del venta, el príncipe Harry y Meghan Markle se han mudado a una hermosa mansión en uno de los lujosos barrios de Santa Bárbara, donde se dice, compraron su primer inmueble.
Desde principios de julio, se sabe que los duques de Sussex dejaron la casa que les prestó Tyler Perry, la cual, tiene 12 habitaciones y ocho baños, para por fin ser dueños de la que se espera, sea su casa de fijo.
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Como han sido todos sus movimientos, Meghan de Sussex y su esposo, nieto de la reina Isabel II, se mudaron en total silencio. De acuerdo con "Page Six", la pareja tiene -aproximadamente- seis semanas en su casa, luego de haber renunciado a sus roles reales en Reino Unido. Leer también: Guillermo de Cambridge quería asegurarse que Harry no se casara por lujuria
"Harry y Meghan han estado viviendo tranquilamente en su propia casa en Santa Bárbara desde principios de julio", cita la fuente antes mencionada. "Tienen la intención de echar raíces en esta casa y en la tranquila comunidad, que tiene considerable privacidad. Aquí es donde quieren criar a Archie, donde esperan que pueda tener una vida lo más normal posible".
Meghan y Enrique de Sussex han vivido en tres propiedades: la pirmera fue Frogmore Cottage, que les dio la soberana de Reino Unido cuando se casaron. Se trata de una propiedad de gran valor histórico ubicada en Windsor. Tras su renuncia, la pareja se comprometió a regresar el dinero que utilizaron para su remodelación, pues fue a costa de los contribuyentes.
Después, viajaron a Vancouver, Canadá, donde encontraron un poco de paz, luego de su huída de la familia real. Al poco tiempo, Meghan y Harry se mudaron a un lujoso barrio de Los Ángeles, donde vivieron en la casa de Tyler. Leer también: Meghan Markle quiere ser presidente de Estados Unidos
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En Santa Bárbara viven numerosas celebridades, como Oprah Winfrey y Ellen DeGeneres, amigas de la pareja. Se sabe que es una de las comunidades de mayor lujo en Estados Unidos y que las propiedades oscilan entre 90 y 100 millones de dólares. Aún se desconoce el costo de la casa de Meghan y Harry y cómo fue el pago que realizaron.