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Esta semana, el rey Felipe VI se encuentra en Mallorca, España, participando en la tradicional Copa del Rey Mapfre, una de las competiciones náuticas más destacadas.
Como cada verano, el monarca se embarcó en el 'Aifos', el velero de la Armada Española con el que suele competir desde hace años. Sin embargo, recientemente el esposo de la reina Letizia vivió un momento de tensión a bordo que estuvo cerca de convertirse en un accidente.
La Copa del Rey Mapfre, organizada por el Real Club Náutico de Palma, reúne cada año a decenas de embarcaciones y tripulaciones de todo el mundo en una regata que refleja lo mejor del deporte náutico. Desde su juventud, Felipe VI de España ha competido activamente, liderando la tripulación del 'Aifos' y compartiendo su pasión por la navegación.
Aunque la jornada del jueves parecía transcurrir con normalidad desde la llegada del Rey al Real Club Náutico para embarcarse en el Aifos por la mañana, saludó a los miembros de su equipo y comenzó a prepararse.
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El incidente que pudo afectar al rey Felipe VI en Mallorca
En ese momento, mientras el rey Felipe VI revisaba algunas pertenencias a bordo, una pesada vela, junto con la botavara, se desprendió inesperadamente desde varios metros de altura y cayó a escasa distancia de donde él se encontraba sentado.
La escena causó diferentes reacciones entre los tripulantes, incluyendo expresiones de sorpresa y algunos gritos, dado que la caída ocurrió cerca del rey Felipe VI.
Sin embargo, el monarca mantuvo la calma, ya que, afortunadamente, el equipo de navegación no lo alcanzó, y todo se quedó en un susto, debido a que este tipo de elementos, por su tamaño y peso, pueden resultar muy peligrosos en caso de impacto.
Después del susto, la jornada continuó con normalidad y el Rey reanudó su participación en la regata. Durante la tarde de ese mismo día, la reina Letizia, acompañada por la princesa Leonor y la infanta Sofía, fue vista disfrutando de una salida sin la compañía de su padre.
Este viernes, el rey Felipe VI volvió a subir al 'Aifos' para una nueva jornada de navegación. Sin embargo, llamó la atención un leve vendaje en su pierna izquierda, que cubría lo que parecía ser una herida menor. El apósito no representó obstáculo alguno para que el monarca continuara con sus actividades con total normalidad.
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