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¡Un día para la historia! Los reyes Carlos III y Camila se reunieron con el papa León XIV en el Vaticano como parte de una histórica visita de Estado, cuyo propósito es el acercamiento entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia Católica.
Aunque la visita estaba programada para abril, fue aplazada por el delicado estado de salud del papa Francisco, quien falleció ese mismo mes.
Ahora, tras la elección del papa León XIV, los Reyes pudieron concretar su histórica reunión.

La pareja real fue recibida en la biblioteca del Palacio Apostólico, aunque antes de llegar allí, ingresaron a el Vaticano por el Patio de San Dámaso, tras cruzar la emblemática Plaza de San Pedro.
Por protocolo, la reina Camila se presentó con el papa León XIV con un vestido negro de seda de Fiona Clare, que acompañó con una mantilla y un tocado en forma de corona, además de un broche negro en forma de cruz que perteneció a la reina Isabel II.

Sin duda, uno de los momentos más significativos de la jornada fue la oración conjunta entre el monarca y el líder de la Iglesia Católica en la Capilla Sixtina, un gesto profundamente simbólico.
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Así fue la reunión entre el papa León XIV y el rey Carlos III
Habían pasado alrededor de 500 años desde que esta escena no se repetía, especialmente tras la ruptura de Inglaterra y Roma en el siglo XVI. Durante el encuentro, el Rey y el Papa compartieron un momento de recogimiento ante el Juicio Final de Miguel Ángel.

La reunión también sirvió como un mensaje de unidad frente a los desafíos contemporáneos, ya que ambos líderes comparten intereses comunes, por lo que uno de los temas principales de la oración conjunta fue el cuidado del medio ambiente, así como la búsqueda de la paz global.
Con esta visita, Carlos III se convierte en el primer monarca británico en rezar en la Capilla Sixtina en 500 años, un gesto simbólico que ha trascendido ampliamente.

De acuerdo con el Palacio de Buckingham, el propósito de la visita de Estado fue “conmemorar el Jubileo y celebrar la estrecha relación ecuménica entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia Católica Romana”.
Como símbolo de este histórico encuentro, los monarcas obsequiaron al Papa una fotografía enmarcada con una dedicatoria personal, acompañada de un icono de San Eduardo el Confesor.
Por su parte, el pontífice correspondió con una fotografía suya, un exquisito mosaico elaborado en los talleres vaticanos que representa al Cristo Pantocrátor de la catedral de Cefalú, en Sicilia, así como un ejemplar del mensaje del Papa Francisco para la más reciente Jornada Mundial de la Paz.

Durante la audiencia también se realizó un intercambio de condecoraciones. El rey Carlos III nombró al papa León XIV Caballero de la Gran Cruz de la Orden de Bath, mientras que el Papa le confirió al monarca la Gran Cruz con Collar de la Orden Vaticana de Pío IX.
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