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Los duques de Cambridge son, actualmente, una de las parejas más icónicas de las realeza, se muestran como un matrimonio sólido difícil de derribar, pero hace algunos años, solo eran un par de novios que pusieron en duda más de una vez su estabilidad.
Kate Middleton y el príncipe William se conocieron cuando ambos cursaban la universidad St. Andrews, en el 2001, hace casi dos décadas, y comenzaron a salir un año más tarde en 2002, pero pasaron casi ocho años para él le propusiera matrimonio.
Durante su noviazgo, la pareja se dio un tiempo y terminó su relación en 2007 con el propósito de que ambos conocieran a más personas, pero ese no fue el único motivo que impedía a Guillermo de Cambridge casarse con Kate, pues según la experta en realeza Katie Nicholl, al nieto de la reina Isabel II le aterraba el recuerdo del turbulento matrimonio de sus padres, el Carlos de Gales y Lady Di. Leer también: A un año del supuesto affaire entre el príncipe William y Rose Hanbury
Por ser el hijo mayor, el príncipe William fue testigo de lo atroz que resultó la unión de sus padres, del sufrimiento de su mamá y de la infidelidad de su papá. "Él sabía que su padre había sido forzado a su matrimonio porque se creía que Diana era la correcta en ese momento. No quería someterse a tanta presión e insistió en no celebrar una boda apresurada", cuenta en su libro la experta.
Todo esto orilló a que el duque de Cambridge tardara más en tomar la decisión de pedirle matrimonio a Kate, a quien puso en una incómoda posición frente a la prensa, que la apodó "Waity Katie", asegurando que estaba dispuesta a esperar y hacer lo que fuera por casarse con el heredero al trono. Leer también: FOTOS: Así ha sido la historia de amor de William y Kate, los futuros reyes de Reino Unido
Sin embargo, el tiempo hizo que William tomara confianza en el matrimonio y tomara en cuenta que Kate viene de una familia unida y estable, lo que le indicó que ella era la indicada. Así que en 2010 le propuso matrimonio en un viaje por Kenia. Ahora forman una de las familias más populares en el mundo entero y juntos tienen tres hijos: el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis.