Realeza| 17/08/2020 |10:34 |Redacción | Actualizada
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Tras la reciente mudanza de Enrique de Sussex y Meghan Markle a su nueva casa, ubicada en Santa Bárbara, California, varios detalles se han dado a conocer sobre la nueva propiedad de los duques, así como una historia de terror cerca de su exclusivo hogar.

Las lujosa mansión, cuyo valor oscila entre los 14.65 millones de dólares, se encuentra fincada cerca de la que fue propiedad de Stanley McCormick, acusado de ser adicto sexual y presa de esquizofrenia, informó "Daily Mail". Él fue hijo del inventor de la segadora mecánica, pero durante muchos años luchó contra sus problemas mentales y fue encerrado en el segundo piso de su mansión ubicada en Riven Rock.

Casa de Meghan y Harry, cerca de una finca que guarda una historia perturbadora
Casa de Meghan y Harry, cerca de una finca que guarda una historia perturbadora

(AP)

"McCormick sufría de una obsesión sexual paralizante, mostraba episodios de violencia y era considerado una amenaza para las mujeres, por ello, un equipo de médicos y enfermeros tuvieron que sujetarlo físicamente cuando su esposa Katherine, sus hermanas o cualquier otra mujer se encontraban en la habitación", se lee en el diario británico. Leer también:

Stanley fue sometido a varios estudios con terapeutas y científicos, quienes buscaban la cura para su atormentada existencia, pero nada logró su cura. Se sabe que su mansión, donde el millonario fue confinado, fue transformada en un jardín exótico, colocaron obras de arte y hasta una sala de cine para que viviera lo más cómodo posible, sin embargo, su trastorno se agravó y llegó el momento que ni su esposa Katherine ni su madre pudieron estar cerca de él.

A partir de ese momento, Katherine se mudó a Boston y se convirtió en activista y feminista destacada.

Casa de Meghan y Harry, cerca de una finca que guarda una historia perturbadora
Casa de Meghan y Harry, cerca de una finca que guarda una historia perturbadora

(Katherine McCormick / Getty Images)

Una de las acciones más extrañas de Stanley es que desarrolló una obsesión por los pies y, se sabe, acostumbraba a cargar sus zapatos como si fueran sus mascotas. Leer también:

La finca Riven Rock Estate, donde vivieron Stanley y Katherine McCormick, fue seriamente dañada por el terremoto de Santa Bárbara, en 1925, luego de dividió en lotes para ser vendidos para la construcción de mansiones.

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