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El Baby'O, antro más famoso de México, y prácticamente uno de los más antiguos del continente americano fue incendiado hoy y reportado como pérdida total. Ahí han convivido por igual Luis Miguel como Miguel Alemán Magnani, Alfredo Harp, los Slim, Brooke Shields, Bono, Pierce Brosnan, Michael Jordan… la lista es numerosa y las anécdotas también.
(El Universal)
1.- El lugar donde Luis Miguel creció
Si alguien ha definido al Baby’O tiene que ser Luis Miguel. Desde que era un niño, a Luisito Rey le gustaba llevarlo, mucho antes de su debut como cantante, e incluso bromeaba con los meseros sobre que su hijo había heredado su talento. En una de las tantas noches que acudió el cantante a divertirse, lo que evidentemente causaba un revuelo en el lugar, llegó Bono, quien fue ovacionado por todos y quien posteriormente ocupó una mesa con Jaime Camil.
Césarman, uno de los dueños del Baby, recuerda que estaba con Luis Miguel cuando este, al escuchar los gritos de la gente, dijo: “¿Quién es Bono?”.
(El Universal)
2.- Los mil dólares de propina de Emilio Azcárraga “El Tigre”
Era 1987 y el Baby’O estaba en su pleno apogeo. "El Mamey", como le decían al exgerente del lugar, contó en una ocasión que Emilio Azcárraga, el fallecido dueño de Televisa llegó con unos amigos y, al pedir una botella de Cristal, le dijo: “Que ningún hijo de su pinche madre me invite mi cuenta. Por favor, no me hagan emputar'".
Ya más entrada la noche, Rafael Villafañe, uno de los dueños del antro, le pidió a su gente que no le fueran a cobrar al "Tigre", por lo que al querer pagar este último la cuenta, le dijeron que ya estaba pagada. "¿Qué te dije? Mira lo que está diciendo este pendejo", le reclamó el empresario. Pero El Mamey ya venía volado con la cuenta y le dijo: "Aquí está. Como quedamos, ¿no?". "El Mamey" recuerda que esa noche Azcárraga les dejó mil dólares de propina.
(El Universal)
3.- La vez que los escoltas de Carmen Romano de López Portillo mataron a un cliente
Era el 8 de marzo de 1984 y todos en el Baby'O recuerdan muy bien esa noche. El hijo del capitán Salvador Hernández, entonces director de la Policía Vial de Acapulco, Marco Hernández Albarrán, entró la disco para divertirse con su novia, donde a solo unos pasos estaba la exprimera dama Carmen Romano de López Portillo, en tiempos que el expresidente la estaba dejando por Sasha Montenegro.
Al salir Marco de la discoteca, a su novia la piropearon los guaruras del Estado Mayor Presidencial, que venían con Carmen. Marco le pegó con la pistola a uno de ellos y otro respondió con un balazo y lo mató.
(Doña Refugio Pacheco viuda de López Portillo, Carmen Romano y Paulina López Portillo / El Universal)
4.- La vez que no dejaron pasar a Estefanía de Mónaco por “malvestida”
Era de esperarse que en el Baby'O hubiera un control estricto de a quién se dejaba pasar. Juan Carlos Legarreta, hermano de Andrea Legarreta y entonces gerente del lugar, recuerda que una noche llegó una mujer muy guapa, pero muy malvestida y descalza, como si tuviera días andando de fiesta, y exigió pasar. “Que se ponga zapatos, se vista bien y regrese”, recuerda que le dijo a su gente. Ella no volvió. Al día siguiente, Legarreta recibió una llamada de Luis Miguel, quien le preguntó por qué no habían dejado pasar a la princesa, a quien evidentemente no habían reconocido.
Esa misma noche el cantante llegó con su incondicional amigo, Miguel Alemán Magnani, El Burro Van Rankin y la misma Estefanía de Mónaco.
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(El Universal)
5.- La vez que Michael Jordan pidió los videos de su noche en el Baby’O
A fines de los 90, Carlos Pietrasanta Gardel, director general del Baby, recuerda la noche que llegó Michael Jordan acompañado de cinco modelos, y pidió cuatro botellas de champagne Cristal. Gardel lo invitó a su mesa, pero el astro del basquetbol no accedió, aunque sí pasó una excelente noche bailando. Al día siguiente, Gardel rememora que recibió una llamada de Michael para decirle que la había pasado muy bien, por lo que regresó la noche posterior y pidió sentarse con él.
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(AP)
La gente de Jordan le pidió como condición entregarle los videos de las cámaras, pues el basquetbolista se estaba divorciando y su esposa estaba demandando gran parte de su fortuna, lo que pudiera haberse visto agravado en su contra si salían a la luz esos videos del deportista con otras mujeres. Gardel dice que se negó, pero que calmó al deportista al decirle: "Michael, vete a tu casa y deja a estas hijas de puta. Por Dios, que no te quiten todos esos millones", a lo que Michael respondió con carcajadas, de acuerdo con él.