Noticias| 30/11/2022 |09:18 |Jatziri Sanchez | Actualizada
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Jatziri Sánchez
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La vida de los ultrarricos también tiene sus sinsabores. El hijo de Bernard Arnault, dueño del conglomerado de lujo Louis Vuitton Möet Hennessy, atraviesa por uno de los momentos más difíciles porque su esposa, la actriz rusa Natalia Vodiánova, tiene a su familia en su país natal y además en Ucrania, donde tienen proyectos laborales detenidos.

Bernard Arnault tiene una fortuna calculada en 159 mil millones de dólares y ocupa el segundo podio como la persona más rica del planeta. En tanto, su hijo Antoine es el director de comunicaciones de Louis Vuitton y director ejecutivo de Berluti, fruto del primer matrimonio del magnate con Anne Dewavrin.

 

"Por supuesto que mi mujer sufre", contó Antoine Arnault a "Hello Magazine". "Su madre y hermana están todavía en Rusia y también tiene familia en Ucrania".

 

Natalia Vodiánova es mamá de cinco hijos, los dos más pequeños son fruto de su unión con el magnate francés, con el que comenzó un romance en 2011. Estuvo casada con el aristócrata británico Justin Portman, con el que tuvo dos hijos, Lucas Alexander y Viktor, y una hija de nombre Neva. 

 

 

 

"Está atrapada entre tantos fuegos que todo lo que pudiera decir podría ser malinterpretado, así que eligió manifestarse lo menos posible". Antoine relató que Natalia preside la fundación 'Naked Heart Foundation', que ayuda a niños rusos con discapacidad, ya que ella tiene una hermana con la misma condición de salud.

 

El hijo mayor de Bernard Arnault aseguró que su esposa está muy deprimida porque no ha podido hacer llegar la ayuda a los niños en necesidad debido al conflicto político entre Rusia y Ucrania.

 

La mortificación de Antoine Arnault, hijo del dueño de LVMH, con su familia política rusa
La mortificación de Antoine Arnault, hijo del dueño de LVMH, con su familia política rusa

 

"Los recursos se están acabando y la veo resiliente, buscando soluciones. No es fácil actualmente racaudar fondos para una fundación que opera en Rusia, porque nadie quiere involucrase de cerca o lejos con lo que está pasando allí. Esto es comprensible".

 

 

 

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