Gente con clase| 20/05/2019 |10:05 |Redacción Clase | Actualizada
10:05

El hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari y esposo de la actriz Ludwika Paleta ha sido señalado por el fiscal federal estadounidense Moira Kim Penza como co conspirador de la secta sexual NXIVM por desacreditar a sus detractores a través de la creación de cuentas de correo electrónico.

Emiliano Salinas, esposo de Ludwika Paleta, señalado como cómplice en secta de esclavitud sexual
Emiliano Salinas, esposo de Ludwika Paleta, señalado como cómplice en secta de esclavitud sexual

De acuerdo con Univisión, el gobierno de Estados Unidos señaló a Emiliano Salinas como presunto cómplice de Keith Raniere, jefe de una secta de esclavitud sexual y quien, además, tenía el rol de gurú de superación personal; esta organización tenía filiales en en México en asociación con Salinas.

Emiliano Salinas, esposo de Ludwika Paleta, señalado como cómplice en secta de esclavitud sexual
Emiliano Salinas, esposo de Ludwika Paleta, señalado como cómplice en secta de esclavitud sexual

Por el momento, Emiliano Salinas no enfrenta cargos judiciales en Estados Unidos, de acuerdo con la misma fuente, pues había sido señalado como uno de los mejores amigos del acusado.

"Lo que usted ve en esta cadena de correos y en los correos que están en las cajas, es que hubo esfuerzos de los conconspiradores incluyendo Kristin Keeffe, incluyendo Emiliano Salinas, dirigidos por el acusado en relación a qué individuos debían ser objetivos", reveló Mora Kim Penza según Univisión, además, informó que los correos se localizaron en un allanamiento en la residencia de Nancy Salzman, cofundadora de Nexium.

Emiliano Salinas, esposo de Ludwika Paleta, señalado como cómplice en secta de esclavitud sexual
Emiliano Salinas, esposo de Ludwika Paleta, señalado como cómplice en secta de esclavitud sexual

Keith Raniere fue arrestado en México con cargos de tráfico sexual, lavado de dinero, robo de identidad, conspiración para delinquir, extorsión y esclavitud. "La acusación en Nueva York señala que mientras se impartían los cursos de ética y crecimiento espiritual, Raniere manejaba una secta secreta de esclavitud sexual que obligaba a varias mujeres a mantener relaciones con él, a la hora y en el lugar que las citara. Algunas eran mexicanas. Algunas de sus seguidoras denunciaron que debieron tatuarse las iniciales del director del grupo en su zona pélvica y grabar videos sexuales comprometedores como garantía de sumisión y fidelidad", según Univisión.

Incluso, se sabe que varios miembros de familias mexicanas de la alta sociedad se vincularon a la organización de Raniere.

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