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Puebla vive hoy un boom gastronómico verdaderamente impresionante, un fenómeno que va más allá de las fronteras locales. La estrategia de diplomacia gastronómica se perfila como una de las más interesantes en el país: chefs y restaurantes poblanos ya representan a la cocina mexicana a nivel internacional, llevando sabores ancestrales y contemporáneos a audiencias globales con un sello único.
Salón Mezcalli: una embajadora del mezcal poblano
La chef Liz Galicia, al frente de Salón Mezcalli —o Salón Mezcalí—, es hoy una de las voces más poderosas de esta diplomacia culinaria. Con más de una década de trayectoria, se ha ganado el reconocimiento como una de las mejores chefs de Puebla. Su restaurante se ha convertido en un punto de referencia para quienes buscan vivir la cultura poblana a través del mezcal y la cocina tradicional salonmezcalli.mx.

Además, espacios como Miel de Agave, también impulsados por ella, destacan por su enfoque contemporáneo e internacional, con una atmósfera que bien podría estar en ciudades como Los Ángeles o Brooklyn. Liz Galicia ha sido descrita como una verdadera “embajadora de la culinaria mexicana”. Se la conoce incluso como la "Reina del Chile en Nogada".
Valiente Kitchen Bar: rockstar de la cocina poblana contemporánea
En Cholula, Valiente Kitchen Bar, bajo la batuta del chef Eduardo Luna, ha emergido como un espacio de alta cocina mexicana contemporánea, que resalta ingredientes locales del entorno poblano y cholulteca. Forma parte de la prestigiosa guía de Marco Beteta, una plataforma que reconoce lo mejor de México en gastronomía. Su propuesta combina coctelería de autor, un ambiente cálido y elegante, y un servicio pensado para convertir cada visita en una experiencia inolvidable.

La Custodia: tradición y técnica bajo la mirada del chef Alan Sánchez
Por su parte, La Custodia, dirigida por el chef Alan Sánchez, se ha consolidado en Puebla como otra apuesta destacada de la alta cocina. Ubicado en el Cartesiano Boutique & Wellness Hotel, el restaurante honra la tradición poblana con técnicas contemporáneas, un menú sustentable y el uso de productos de pequeños productores locales. Con creaciones como el chile en nogada de temporada o su ceviche de cecina, Sánchez reafirma que la cocina honesta y consciente también puede ser sofisticada y profundamente memorable.

Más que un espacio gastronómico, La Custodia se ha convertido en un punto de encuentro donde la identidad poblana se celebra en cada platillo. La propuesta del chef Sánchez no solo preserva sabores emblemáticos, sino que también impulsa una relación más cercana entre productores y comensales, reivindicando el valor cultural y social de la cocina como motor de comunidad y de memoria colectiva.
Puebla: destino de experiencias, no solo turismo gastronómico
La clave para posicionar a Puebla hoy radica en proponer más que solo atractivos culinarios. El enfoque debe ser integral: invitar a vivir la arquitectura virreinal, el legado histórico y religioso, y las experiencias sensoriales, donde la gastronomía actúe como punta de lanza, junto con el turismo de aventura y naturaleza encarnado en sus 12 Pueblos Mágicos.

Los visitantes buscan hoy experiencias vivenciales, inmersivas y genuinas. Puebla ofrece exactamente eso: desde recorridos por calles virreinales y conventos centenarios, hasta noches en restaurantes con sabores que cuentan historias.
El mezcal poblano: tradición, territorio y futuro
Desde la Mixteca, pasando por el valle de Atlixco o Tehuacán y en decenas de comunidades rurales, el mezcal poblano ha dejado de ser solo una bebida tradicional para convertirse en un símbolo de identidad y desarrollo económico. Desde diciembre de 2015, Puebla cuenta con 116 municipios con Denominación de Origen Mezcal, lo que lo coloca como uno de los estados más importantes en producción de mezcal en México.
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Esta denominación marcó un antes y un después: permitió organizar la cadena productiva, dar valor agregado a las marcas locales y abrir camino a mercados internacionales. Hoy, botellas poblanas llegan a Estados Unidos, Canadá y Europa, llevando consigo no solo un destilado, sino una historia de comunidades, agaves y saberes transmitidos por generaciones.
La derrama económica es notable: en 2022, la producción poblana superó los 500 mil litros, con ingresos estimados en 400 millones de pesos. Esta cifra sigue en crecimiento gracias a la Ruta del Mezcal de Puebla, que invita a recorrer palenques, probar destilados en catas guiadas y vivir la experiencia completa: desde la planta hasta la copa.

El turismo de experiencias encuentra aquí un punto clave: no se trata solo de beber mezcal, sino de conocer los suelos donde crece el agave, escuchar las historias de los maestros mezcaleros y entender por qué cada botella es distinta según el terroir. En este contexto, el mezcal se convierte en un motor de desarrollo y, al mismo tiempo, en el pretexto perfecto para recorrer la entidad.
La cocina poblana: orgullo nacional
Aunque el mezcal ocupa un lugar cada vez más visible en esta diplomacia gastronómica, Puebla sigue siendo, ante todo, tierra de grandes platillos. La gastronomía poblana es una de las más reconocidas de México y el mundo porque representa, quizá como ninguna otra, el mestizaje cultural: la unión de ingredientes indígenas y técnicas europeas.
El mole poblano, con sus más de 30 ingredientes, se ha convertido en un emblema de la cocina nacional. El chile en nogada, nacido en los conventos y celebrado cada temporada en restaurantes y mesas familiares, es ya un símbolo patrio.

Pero Puebla es mucho más que sus platos icónicos. Desde el mole de caderas en Tehuacán, hasta las chalupas, cemitas, tamales canarios, la pasita y los antojitos en los portales, cada región del estado aporta un sabor distinto. En la Mixteca, por ejemplo, se utilizan ingredientes autóctonos como las cuetlas (larvas de polilla), jumiles, biznagas y pitayas, que enriquecen un recetario tan diverso como sus paisajes.
Turismo de experiencias: entre arquitectura, naturaleza y cocina
Hoy más que nunca, los viajeros buscan experiencias completas. Puebla tiene la ventaja de ofrecer una propuesta integral:
● Arquitectura virreinal: desde la Catedral y la Capilla del Rosario hasta los conventos de Huejotzingo y Tochimilco, patrimonio de la humanidad.
● Turismo de aventura y naturaleza: sus 12 Pueblos Mágicos ofrecen montañas, volcanes, cascadas, lagos y senderismo.
● Gastronomía como punta de lanza: restaurantes de chefs como Liz Galicia (Salón Mezcalli), Eduardo Luna (Valiente Kitchen Bar) o Alan Sánchez (La Custodia) ponen a Puebla en el mapa global de la alta cocina.

La narrativa es clara: no se trata solo de venir a comer, sino de vivir Puebla a través de los cinco sentidos.
Puebla, capital de la diplomacia gastronómica
El boom gastronómico que vive Puebla no es casualidad: es el resultado de talento, historia, ingredientes y una visión clara hacia el futuro. Hoy, tanto chefs como cocineras tradicionales poblanas son embajadores que muestran al mundo lo mejor de México; el mezcal poblano se consolida como bebida insignia; y la cocina tradicional sigue inspirando orgullo nacional.

Visitar Puebla es, hoy más que nunca, una invitación a saborear experiencias: recorrer un Pueblo Mágico con copa de mezcal en mano, perderse entre muros de cantera dorada y, al final del día, sentarse frente a un plato que condensa siglos de tradición y modernidad.
Puebla está lista para quienes buscan más que turismo: quienes buscan vivir México a través de su gastronomía.