Estilo de vida| 28/10/2021 |12:42 |Marisa Zannie | Actualizada
12:42

El arqueólogo por formación, y ceramista y escultor por vocación, Adán Paredes, aunque nació en la CDMX, vive desde hace 21 años en San Agustín Etla, una comunidad muy artística --sede, por ejemplo, del Centro de las Artes San Agustín, fundado por el pintor oaxaqueño Francisco Toledo-- cercana a la capital oaxaqueña. Ahí, Adán creó el Taller Los Alacranes, visita obligada de quienes acuden a conocer esta población y donde puede verse la esencia de su labor artística.

En su trabajo, Adán ha sabido traducir su amor por la tierra y por México en una visión 100% contemporánea y elegante en sus piezas escultóricas, la mayoría de ellas realizadas en cerámica, lo cual le permite crear lo mismo piezas pequeñas que otras de gran formato, murales y arte objeto. Recientemente empezó a incursionar también en la pintura, pero su amor primero es la escultura en cerámica.

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La obra del escultor mexicano ya forma parte de colecciones de importantes museos y fundaciones como del Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán: la Fundación Gruber Jez, AC;  el Centro de las Artes de Banff, en Canadá; el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca: el Museo de Arte Latinoamericano de los Ángeles; la Pinacoteca del Centro de las Artes de Nuevo León; la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; la Universidad Tsinghua en Beijing, China; el Centro Cultural de América Latina; la Universidad de Stanford en Estados Unidos, entre otros recintos.

Gracias a estos antecedentes, y con todo el bagaje cultural de una entidad tan rica en tradiciones y en expresiones artísticas como es Oaxaca, naturalmente el altar de muertos que crea en su propio hogar es excepcional y al respecto tuvimos una charla con el artista.

El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"
El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"

¿A quién dedicaste tu altar de muertos?

Dedicamos nuestro altar --Adán está casado con la prestigiada publirrelacionista Diana Miller--  por supuesto, a nuestros ancestros, como es la tradición. En el caso de Diana, está desde su tatarabuela, que vivió hasta los 108 años, su bisabuela, su papá... y en mi caso, desde mis bisabuelos hasta el último que ha muerto de mi familia, que fue mi hermano, hace un año, quien murió de un infarto; eso por honrar a nuestra ancestría, como se hace en prácticamente todas las comunidades mexicanas. Y de algún modo, simbólicamente, lo dedicamos también a honrar a esta pandemia que nos vino a cambiar la vida. El tzompantli (muro o altar de cráneos) que pusimos en el altar está dedicado a toda la gente que se fue por esta causa, porque creo que es importante hacerlo.

El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"
El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"

¿Qué elementos incluiste en el altar?

Además del tzompantli, está también por ahí la cabeza de un cebú y de un venado que son animales importantes en Oaxaca y porque no hay que olvidar que también el mundo animal es parte de lo que somos, de lo que tenemos que honrar. En lo que se refiere a la flor de cempasúchil --un elemento básico y muy importante de cualquier altar de muertos--, este año ha sido distinto para nosotros porque, un par de chicos, Ricardo Barros y Liliana Rasgado, que se dedican al campo, sembraron una semilla de esta flor que proviene de los valles de Cholula y tienen el registro de esta semilla específica desde hace 300 años, pero lo más interesante es que es cultivada sin agroquímicos, sin fungicidas, ni nada de esto, lo cual quiere decir que es incluso comestible, y esto le da otro sentido a la ofrenda: la muerte va ligada con la vida, ¡además del hermoso color que le da!

Hay también calaveras de barro de una comunidad atzompa; unos corazones que hicimos aquí en el taller porque, claro, todo tiene que estar en el corazón; muchas velas porque la luz debe ir acompañando el camino al más allá desde el Mictlán. Yo soy arqueólogo y me hace mucho sentido lo simbólico, por otra parte, siento que no podríamos vivir sin rituales.  Lo simbólico es importante y lo ritual te lleva a lo sagrado.

Por eso era importante incluir a la gente que murió en la pandemia, porque de la forma en la que se han dado las cosas, la gente ha tenido que dejar partir a su gente sin el ritual de la despedida, los ves cuando se van al hospital y ya no puedes volverlos a ver a los ojos, te entregan sus cenizas y se acabó. En México, con el culto a la muerte que tenemos desde siempre, desde la antigüedad, no poder despedirte es especialmente grave e importante.

Y hablando de símbolos ¿hay alguno en tu altar que sea especial para ti?

Bueno, primero que nada las fotografías, que en nuestro caso solo las ponemos en la ofrenda, no forman parte de lo que está siempre en la casa. Los corazones, como un símbolo de esperanza y el tapete de flores de cempasúchil tratando de hacer una metáfora del mundo prehispánico que tiene varios niveles de muerte y de vida. Las maletas que son un símbolo del viaje al más allá, hay una sillita también, dedicada a los difuntos niños. Es una ofrenda contemporánea, sí, pero con toda la presencia del ritual antiguo.

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¿La tradición de Día de Muertos es tan importante en Oaxaca como en otras entidades de la República?

Bueno, las que más se conocen son las Mixquic y de Michoacán, pero, desde mi perspectiva, definitivamente la festividad o el evento más importante del año en Oaxaca es el Día de los Muertos. El culto a las vírgenes de la Soledad, de Juquila y a la Guadalupana, todas en diciembre, son fechas importantes y significativas, pero Muertos es muy especial, muy arraigado, muy ancestral y muy bello. Desde las alboradas en el Panteón Central, en el de Xochiquiltongo y en otros y todo lo que rodea a esta tradición.

Hay también otra actividad de que se llama La Muerteada --que este año y el año pasado no se llevaron a cabo por el Covid--, que viene de principios del siglo XX, cuando se dio el desarrollo de haciendas y fábricas textileras en Oaxaca. Jóvenes y otros no tanto se hacen unos trajes de pantalones y chalecos llenos de cascabeles --pueden llegar a pesar hasta 60 kilos--, y se ponen máscaras de chivo, representando a los diablos. Hacen una representación teatral donde hay un sacerdote, un hacendado, la esposa del hacendado, un caporal, un mayordomo, y es muy importante porque --desde mi punto de vista-- es un escape. Ese día, los jóvenes son los que mandan; el presidente municipal y el cabildo no tienen ninguna autoridad. Hay música de banda, van caminando y echando versos, y esa noche, gracias al anonimato, sale todo: si vieron a fulanito con la esposa de perenganito ¡lo dicen como va! Siento que se diluyen muchas fricciones desde el punto de vista colectivo y social y eso lo hace muy interesante.

Yo he apoyado y participado en esta actividad durante años con los jóvenes de San Agustín Etla, pero estos dos años hemos elegido no realizarla porque ha generado mucho interés --se lleva a cabo en varias comunidades de los valles centrales--, y pues la pandemia sigue, aunque se nos olvide...nunca como ahora entendemos que es cierto que el mexicano se ríe de la muerte.

El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"
El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"

¿Hay alguna otra tradición específica de Oaxaca en Día de Muertos?

Sí, el pan, que, por supuesto es otro elementos importantísimos de la ofrenda, como otros alimentos ¡y el chocolate! El pan de muerto oaxaqueño no es el típico redondo y azucarado con los huesitos que conocemos. Tiene una forma ovalada --simulando a un cuerpo-- y a veces hasta le hacen una carita de migajón y azúcar. Fui hace unos días a la Central de Abastos (de Oaxaca) y es impresionante como se desborda de flores y de cientos y miles de panes. La cantidad de pan de huevo que se consume en esos días es verdaderamente impresionante.

¿Hay algún platillo que preparen especialmente?

Sí, el mole negro, que es un guiso antiguo --me choca decir prehispánico-- y me cuesta creer que haya algún oaxaqueño que no le guste el mole o que no lo piense para la ofrenda, y bueno, además está el mezcal, tan típico de Oaxaca.

¿Qué te gustaría que hubiera en un altar dedicado a ti?

Pues, yo creo que tendría que haber muchas pequeñas esculturas y mucho barro. Me encantan las flores, soy un apasionado de ellas, así que tendría que haber muchas; música también. Un mezcalito, un tequilita y otras cosas por el estilo, y seguramente elementos muy rituales, no sé, ya me dejaste tarea...

El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"
El altar de muertos de Adán Paredes: "Siento que no podríamos vivir sin rituales"

¿Y cómo te gustaría ser recordado?

Afortunadamente, vivo y trabajo en una actividad que disfruto y que me gusta mucho. Cuando te dedicas a la creación de arte, vas dejando, de algún modo, a través de los objetos que creas, una constancia de que pasaste por esta vida, de que estuviste aquí. Ese es mi legado y me gustaría ser recordado así, como alguien que con honestidad, con cariño y, quiero pensar que también con humildad, dejó algo que va a trascenderme y que acompañará otros caminos y a otras personas y que me permite, de alguna forma, estar en otros espacios y eso es hermoso. Creo que así nos gustaría ser recordados a muchos artistas.

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