The Bright Side| 25/02/2016 |12:13 |The Bright Side | Actualizada
12:13

Tal vez aunque estemos en febrero, todavía tienes algunos temas pendientes que te propusiste como metas a cumplir para este año y que no has empezado. Por alguna u otra razón les has dado largas y posiblemente te sientas mal por esto.

La buena noticia es que mientras los sigas teniendo presentes, estás a tiempo de poner manos a la obra. Estamos acostumbrados a programar fechas para festejar lo que nos importa: el amor y la amistad, el padre, la mujer, Año Nuevo. Y es bueno, porque le dedicamos tiempo a estos temas en un momento específico, pero son solamente recordatorios, no determinan que sea el único día para dedicarles y que si ya se te pasó, no puedes hacer nada.

Por eso cualquier momento es bueno para iniciar algo que te has propuesto. Olvídate de sentirte mal porque tu mejor amiga ya bajó 7 kilos, leyó 5 de 6 libros y está ya encaminada en lo que se propuso.

Es muy bueno tener un punto de referencia, siempre y cuando te impulse, pero que no te desanime. Cada quien a su ritmo y a su tiempo y nadie es mejor que el otro, simplemente somos distintos y nuestras circunstrancias también lo son.

Te sugiero que visualices cualquiera que sea la meta que quieras alcanzar y después analices si realmente estás dispuesto a llegar a ella. Una vez que tengas claridad, haz un programa gradual, mide tus alcances y pon tus objetivos en papel.

Y que replantees tus fechas límite, si es que ya pasaron o están a punto de caducar. Por experiencia puedo decirte que cuando nos ponemos la zanahoria demasiado alta, lo más seguro es que ni siquiera lleguemos ni a la mitad del camino. Y por eso vienen la frustración y los sentimientos derrotistas.

En cambio, si la colocamos a una distancia realista, lo más seguro es que no solamente la alcancemos, sino que la sobrepasemos.

¿Qué tan alta la pones? Eso depende de ti solamente. Tú eres quien mejor te conoces. Puedes intentar jugar con la distancia y siempre poner un poquito más de lo que sabes que puedes. Así te sales de tu zona de confort y al mismo tiempo estableces un reto posible. Recuerda que la competencia es contigo mismo, que cada día das un paso más para vivir en tu mejor versión.