The Bright Side| 02/03/2016 |20:26 |The Bright Side | Actualizada
20:26

Como otras emociones que consideramos “negativas”, el miedo tiene una función que es la de protegernos del peligro y tiene que ver con nuestro instinto de supervivencia. Nos ayuda a percibir una amenaza y a cuidarnos de aquello que nos pueda causar algún daño.

Cuando lo entendamos así, será más fácil comprender el “para qué” de su papel. Existen muchos tipos de miedo: a la incertidumbre, al cambio, a lo desconocido, al rechazo, a no ser amados, a la pérdida, al fracaso… Y todas estas modalidades aparecen cuando perdemos el control de las situaciones, ya que nos sentimos vulnerables y expuestos.

El problema es cuando nos incomoda y queremos combatirlo. Esto solamente hará que el miedo se haga más y más grande y puede llegar un punto en el que nos desbordemos.  Se dice que el miedo (FEAR en inglés) es False Evidence Appearing Real (Falsa evidencia que parece real), porque por lo general tendemos a agrandar las cosas y a sacarlas de proporción y por lo tanto se hace cada vez más amenazante y caemos en un círculo vicioso: nos da miedo sentir miedo.

¿Qué hacer? El primer paso es reconocer que está ahí, respirar profundamente y contactar con la emoción, ubicar en qué parte de nuestro cuerpo está manifestándose. Puedes visualizarlo frente a ti y preguntarle cuál es el mensaje que te quiere dar. A esto se refiere la frase de “enfrentar el miedo”. Y aceptarlo. Respira y di en voz alta “Siento miedo”, las veces que sean necesarias. Reconocerlo hará que recuperes el control y que baje su intensidad.  El miedo normalmente paraliza, nos detiene. Cuando lo contactas y lo aceptas, puedes “negociar” con él. En el silencio te vendrán las respuestas de para qué está ahí y puedes probar dando pasitos y monitorear cómo te vas sintiendo.

Cuando tratamos de correr o de combatirlo, se hará más grande porque no ha sido escuchado. Dale su lugar y verás que disminuye. Esta emoción es mucho más común de lo que creemos, todos la sentimos por alguna u otra razón. Platicar con un amig@ te puede ayudar también a poner las cosas en perspectiva.

Y si estás en una situación en la que sientes que las cosas se salieron de proporción, busca ayuda profesional. Es normal sentir estas emociones y más aún en estos momentos en los que hay mucha incertidumbre en nuestro alrededor. Recuerda, no estás solo en esto: Si ves la ola de miedo frente a ti, no te le avientes porque te va a revolcar, nada por debajo y pasarás del otro lado.