Gente con clase| 03/11/2015 |19:21 |Vanessa Pérez | Actualizada
19:21

Estos hombres de negocios son muy reconocidos en su gremio por su éxito y talento, además son apuestos, siempre lucen impecables y son atractivamente caballerosos. Aún no han querido dar el gran paso y comprometerse, por lo que son los empresarios mexicanos más codiciados del momento.

Roberto Slim

Los solteros de oro de México
Los solteros de oro de México

Roberto, a quienes sus familiares y amigos llaman Bobby, es sobrino del magnate Carlos Slim, el cuarto hombre más rico del mundo, según la revista Forbes. Abrió el famoso restaurante Central Central desde hace cuatro años junto con otros socios. Es un hombre sumamente trabajador, dedicado por completo al mundo de los negocios.

Alejandro Ramírez

Los solteros de oro de México
Los solteros de oro de México

El director general de Cinépolis y actual presidente del Consejo Mexicano de Negocios (nombrado el 9 de julio de 2015 en sucesión de Claudio X. González) es uno de los empresarios jóvenes más exitosos del país. La revista Forbes lo ha bautizado como el `showman de los 1,000 millones de dólares´.

Él ha revolucionado la manera de ver cine, ha apostado por renovar las salas de cine con nuevas tecnologías para ofrecerle al usuario un mejor servicio.

Marco Ferrara 

Los solteros de oro de México
Los solteros de oro de México

El tataranieto del empresario Vicente Ferrara Ferrigno, quien creó la Fundidora Monterrey, se ha dedicado ha tratar de erradicar la pobreza en México. Según CNN fue a los 15 años cuando se enfrentó al tema social mientras estudiaba en un colegio de Seattle, Estados Unidos, y desde entonces decidió dedicar su tiempo completo al altruismo.

Su Fundación Ferrara, a través de la causa En nuestras manos da asesoría a las personas de escasos recursos para ser autosuficientes.

Eugenio López Alonso

Los solteros de oro de México
Los solteros de oro de México

El presidente de la Fundación/Colección Jumex se ha convertido en un gran promotor y protector del arte mexicano. Desde pequeño era amante del arte, a los 22 años su padre (Eugenio López Rodea) le preguntó qué quería de regalo y él le dijo muy seguro que una obra, después siguió una galería en Los Ángeles y así comenzó a introducirse en el ámbito, según información del portal América Economía.