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Como en cada familia, los miembros de la corona inglesa también celebran en grande la navidad, pero con algunas diferencias al resto de la población del mundo, una de las discrepancias más notorias es que la reina Isabel II, hijos y nietos comienzan su festejo a la hora del té y no por la tarde como suele hacerse comúnmente.
Los royals ingleses no suelen realizar sus fiestas navideñas en los interiores de sus palacios, ellos viajan a una de sus propiedades ubicada en Norfolk llamada Sandringham House. Aunque esto es una tradición relativamente nueva de la reina Isabel II, ya que cuando los hijos de la monarca eran pequeños pasaban las fiestas en el castillo de Windsor, pero fue 1988 que cambiaron a Norfolk.
Los empleados de la reina Isabel II son los encargados de colocar los adornos de navidad Sandringham House, sin embargo, la familia real es la que termina de poner los detalles más coloridos.
Por otra parte, la tarde del 24 de diciembre se reúnen todos los miembros de la familia real dentro de un salón y comienzan abrir y a repartir su regalos.
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Hay una tradición en especial que es muy importante para la reina Isabel II, como cada año la monarca reparte budín a los empleados del Palacio de Buckingham, el Castillo de Windsor, el Palacio Postal y el de Policía, pues es una vieja costumbre que comenzaron los reyes Jorge V y su padre, Jorge VI.
Las postales de navidad con los rostros de los integrantes de la corona Inglesa siguen siendo de los objetos más valiosos y esperados, pues son pocos los afortunados que reciben una en época decembrina. Se calcula que se mandan cerca de 750 tarjetas las cuales, por cierto, también llegan a los Primeros Ministros de los países miembros del Commonwealth.
La mañana del 25 de diciembre, después de encontrar sus botas llenas de pequeños regalos y frutas, toda la familia asiste al servicio religioso de la iglesia St. Mary Magdalene.
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