El mundo de la moda tiene sus ojos puestos en París, donde el próximo 10 de julio se subastará, a través de Sotheby’s, una de las piezas más icónicas y exclusivas: el primer bolso Birkin que la firma de lujo Hermès creó para la actriz británica Jane Birkin.
Se trata de un evento único bajo el nombre 'Fashion Icons' y cuya pieza principal será el bolso de cuero negro hecho a mano, el cual estuvo previamente expuesto al público del 6 al 12 de junio en la galería de Sotheby’s en Nueva York.
Se trata de un accesorio de archivo cargado de historia y significado, ya que fue el primer prototipo de lo que, años más tarde, se convertiría en uno de los bolsos más exclusivos del mundo: un verdadero sinónimo de elegancia y lujo, además del favorito de personalidades como Eva Longoria, Melania Trump, Jennifer Lopez, Sofía Vergara, entre otras.
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Mucho antes de llegar a París, el icónico bolso estuvo en manos de la famosa coleccionista Catherine B., una gran fanática de la reconocida firma francesa, quien lo convirtió en una auténtica reliquia personal tras adquirirlo en el año 2000.
Antes de eso, la histórica bolsa fue adquirida por un comprador anónimo durante una subasta benéfica a favor de pacientes con VIH, realizada en 1994. Fue la propia Jane Birkin, dueña original del bolso, quien decidió ponerlo en el mercado para apoyar la causa.
La historia del primer bolso Birkin se remonta a un curioso encuentro entre la reconocida actriz y cantante Jane Birkin y Jean-Louis Dumas, entonces director general de Hermès, durante un vuelo de París a Londres en 1983.
En aquel momento, Jane intentaba colocar en el compartimento superior del avión una canasta de mimbre que usaba como bolso de diario. Al notar su incomodidad, Dumas, que estaba sentado a su lado, entabló una conversación con ella.
En ese momento, Jane le confesó que no había encontrado un bolso lo suficientemente grande y práctico para llevar todas sus pertenencias.
Al final, las pertenencias de la actriz terminaron cayendo por todas partes en una escena que se describe como algo vergonzosa. Sin embargo, fue a raíz de esa situación que comenzaron a gestarse los primeros bocetos del Birkin.
Menos de un mes después del encuentro, Jean-Louis Dumas contactó a Jane para comunicarle que había diseñado un bolso grande y elegante, pensado especialmente para ella. La actriz sugirió que se realizara en cuero, y así nació la primera Birkin: una pieza que la maison le obsequió y que, como homenaje, lleva su apellido.
A diferencia de sus versiones más modernas, la primera edición del famoso bolso tenía un tamaño considerablemente mayor, anillos metálicos cerrados, una bandolera fija e incluso un cortauñas incluido. Además, llevaba grabadas las iniciales: J.B.
En contraste con el uso más moderado y reservado que suele tener en la actualidad, la primera Birkin fue concebida como un bolso de uso diario, ideal para viajar y lo suficientemente amplio para guardar todo lo que una mujer pudiera necesitar. Jane Birkin lo representó con absoluta libertad: lo usaba lleno, decorado y sin preocuparse por mantenerlo impecable.
Ese sello de libertad, que reflejaba la personalidad auténtica de la cantante, fue dando paso a un diseño más discreto y exclusivo, tanto en estilo como en uso. Aun así, el legado de la primera bolsa Birkin está, sin duda, más vivo que nunca.
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