¡De último momento! El príncipe Andrés, hermano menor del rey Carlos III, acaba de anunciar que, tras una importante reflexión, ha decidido renunciar voluntariamente a todos sus títulos y honores dentro de la familia real británica.
Aunque Andrés de York lleva algunos años manteniendo un perfil sumamente discreto debido a severos escándalos de índole sexual, la presión mediática se ha intensificado últimamente.
Por lo tanto, y con el propósito de no seguir deteriorando la percepción pública de la monarquía, el príncipe Andrés confirma que ya no tendrá lugar dentro de los Windsor y sus actividades oficiales.
Vale la pena recordar que sus polémicas comenzaron debido a su amistad con el fallecido financiero Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, quien también fue acusada de tráfico sexual.
Además, su reputación también se puso en jaque por las acusaciones de Virginia Giuffre, quien lo señaló de abuso y cuyas memorias póstumas acaban de publicarse.
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La noticia fue compartida este viernes por el Palacio de Buckingham a través de un firme y contundente mensaje firmado por el príncipe Andrés, de 65 años.
"Tras hablar con Carlos III y con mi familia más cercana, hemos llegado a la conclusión de que las continuas acusaciones sobre mi persona distraen la atención del trabajo de Su Majestad y de la familia real", explica.
El comunicado continúa: "He decidido, como siempre he hecho, anteponer mi deber con mi familia y con mi país. Me reafirmo en la decisión que tomé hace cinco años de alejarme de mis tareas públicas".
Finalmente, firme en su inocencia, el príncipe Andrés señala: "Ya no usaré mi título ni los honores que se me han concedido. Como ya he dicho anteriormente, niego todas las acusaciones vertidas en mi contra".
Aunque el hijo de Isabel II y Felipe de Edimburgo seguirá siendo príncipe, porque dicho título es de nacimiento, Andrés ya no será duque de York.
Tampoco pertenecerá a la Orden de la Jarretera y perderá su distinción de Caballero Gran Cruz de la Real Orden Victoria, otorgada por la reina Isabel II.
Finalmente, tal como él lo ha especificado, ya no realizará ninguna actividad pública en representación de la familia real británica y dejará de ser llamado Su Alteza Real.
El príncipe Andrés, de 65 años, fue esposo de Sarah Ferguson de 1986 a 1996, tiempo en el que se convirtió en papá de dos hijas, Beatriz y Eugenia, quienes mantienen una buena relación con el resto de la familia real.
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