¡Viajar para sanar! La experiencia de Kitzia Nin Poniatowska en Croacia y Eslovenia

La escritora Kitzia Nin Poniatowska comparte con Revista Clase y VIP de El Universal los detalles más especiales de su viaje a Croacia y Eslovenia

Kitzia Nin Poniatowska / Foto: Cortesía
Lexy Villa
25/07/2025 15:20

Durante doce días, Kitzia Nin Poniatowska emprendió un viaje que resultó ser una travesía marcada por la emoción y la sanación. Acompañada por un grupo de amigas, la escritora mexicana exploró Eslovenia y Croacia, dos países donde la historia milenaria, la naturaleza y la introspección se entrelazaron para regalarle una experiencia de profunda sanación emocional.

“La combinación de culturas —griega, romana, otomana y austrohúngara— fue cautivadora”, recuerda Kitzia con entusiasmo. Sin embargo, lo que más la impresionó no solo fue la majestuosidad de la arquitectura o la frescura de la comida mediterránea, sino los pequeños símbolos que, durante el viaje, le recordaron a una de las personas más especiales de su vida.

El viaje de Kitzia Nin Poniatowska / Foto: Cortesía

En entrevista con VIP de El Universal y Revista Clase, Kitzia Nin Poniatowska comparte que el viaje surgió de forma simple: un grupo de amigas con la intención de explorar un destino que desde hace tiempo rondaba su mente.

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“Croacia era un lugar que siempre había querido visitar”, cuenta la escritora, quien antes de cumplir con este deseo tuvo que enfrentar el sensible fallecimiento de su mamá, Kitzia Poniatowska Amor, el 26 de marzo de 2025.

Kitzia Poniatowska Amor / Foto: Edgar Silva Fuentes S.

“Iba con muchas emociones y en proceso de duelo”, confiesa la escritora, quien a pesar del dolor, decidió seguir adelante con el viaje, por supuesto, sin imaginar que el destino le tenía preparado un camino lleno de emotivas señales.

El primer encuentro con una de esas señales ocurrió al llegar a Liubliana, la capital de Eslovenia. En el mercado local, Kitzia encontró una cubeta llena de lirios del valle -“muguet de mai”, como se les conoce en Francia- las flores favoritas de su mamá. “En Francia se regalan el 1 de mayo como símbolo de buena suerte. Fue como si mi mamá me acompañara en el viaje”, nos dijo emocionada.

“Llevé el ramito conmigo a todas partes. Lo puse en agua, y después lo guardé entre las páginas de un libro”, agrega. Ese pequeño gesto se convirtió en una forma de tener presente a su mamá todo el tiempo.

Kitzia Nin Poniatowska / Foto: Cortesía

Más adelante, en Dubrovnik, el cielo le regaló otra imagen maravillosa: una nube morada. “Mi mamá pintaba. Nunca había visto una nube morada más que en sus cuadros”.

El viaje fue organizado por Hannah Richardier y reunió a un grupo de doce mujeres, entre ellas Laura Vargas, Carmen Huerta y Úrsula Valladares. Juntas, acompañadas de un chofer a quien bautizaron cariñosamente como Panchito, recorrieron lugares emblemáticos como el lago Bled, los lagos de Plitvice, iglesias medievales, ruinas históricas y pueblos cargados de cultura como Perast.

Kitzia Nin Poniatowska / Foto: Cortesía

“Se hace una sororidad y una hermandad muy linda”, afirma Kitzia. Contra todo pronóstico, la convivencia fue armoniosa. “Se podría pensar que es difícil convivir con un grupo tan grande, pero todo fue súper lindo. Un clima privilegiado y paisajes maravillosos nos acompañaron en todo momento”.

Además de las postales naturales y las ciudades históricas, lo que más le impresionó fue el cuidado del entorno. “Una naturaleza abrumadora, pero sobre todo el respeto por los espacios: nada de basura, todo impecable. Es una inmersión total”.

Kitzia Nin Poniatowska / Foto: Cortesía

Viajar para sanar

Para Kitzia Nin Poniatowska, viajar no es solo una experiencia placentera, sino una forma de vivir. “Es el mejor modo de aprender, de conocer… es un modus vivendi. Lo disfruto en todos los sentidos”.

Cuando preguntamos qué aprendió de este viaje, la escritora nos comparte sin titubeos: “El proceso de sanación por la pérdida de mi mamá. Los tiempos de Dios son perfectos. No sé si seguiría enfrascada si no hubiera hecho el viaje. Ahora estoy serena, con una aceptación que quizá fue posible gracias a este camino y al acompañamiento de mis amigas”.

Postales del viaje de Kitzia Nin Poniatowska / Foto: Cortesía

“Aprendí que nunca debo dejar de asombrarme, de buscar y de tomar oportunidades cuando se presentan, aunque parezca que no es el momento. Abrirme a otras culturas me mostró que siempre hay hilos que conectan”.

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