Claudia Lizaldi nos cuenta todo sobre su espectacular viaje a Japón

La actriz, autora y conductora se decidió a visitar este lejano país como un regalo muy especial para ella y para su hijos

Claudia disfrutó al máximo de la experiencia / Foto: Especial
Marisa Zannie
18/10/2025 17:53

La conductora, actriz y autora Claudia Lizaldi estuvo recientemente en Japón con sus hijos Iam y Elah, y con Mary, una chica que trabaja con ella desde hace más de una década. Este viaje fue para ella una experiencia profundamente transformadora y esto es lo que nos contó sobre su estadía en este fascinante país:

Iam, Claudia y Elah posando con mujeres vestidas con kimonos tradicionales. (Foto: Especial)

Definitivamente éste fue el viaje más transformador que he tenido, y miren que he tenido la oportunidad y la bendición de viajar mucho porque amo hacerlo… conocer otras culturas, sobre todo, haberlo hecho con mis hijos y con Mary.

La comitiva completa en el Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI en Kanazawa, Japón. (Foto: Especial)

Dicen que viajar es ponerte vulnerable ante el mundo y lo creo porque no sabes qué va a pasar estando tan lejos de tu casa, es abrirte al mundo y soltarte a otras experiencias, a otro universo, a otro mundo, literalmente, sobre todo, tratándose de Japón.

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Planeamos el viaje con mucho tiempo de antelación. Fueron muchos meses de estarlo añorando. Anticipamos muchas cosas que queríamos vivir y la verdad, superó absolutamente todas nuestras expectativas.

Por supuesto fueron a Disneyland Japón. (Foto: Especial)

Había muchas cosas que todos queríamos hacer como ir a Disney, a Tokio… que sí, están increíbles, pero definitivamente para mí el lugar más extraordinario fue Kioto, vivir el onsen con Elah y con Mary, que son los baños tradicionales japoneses de aguas termales, fue divino, un regalo, una bendición, porque entras a otro universo, a estar, a conectar con la tierra y recibir de la tierra.

En los 'torii' del Santuario Fushimi Inari Taisha, en Kioto. (Foto: Espeial)

Es muy bonito como tienen todo preparado, hermoso poder vivirlo. El hotel tenía onsen, y teníamos uno en el cuarto, pero fuimos más bien al que estaba en el exterior, conectado a jardines divinos y a templos que te conectan con una energía hermosa, mágica, deslumbrante y poderosa. Esa parte la vivimos en todos lados, pero en Kioto ocurrió de una manera muy especial.

Fuimos al templo del Ave Fénix, también al de la diosa de la tierra, Inari, que es también diosa de la abundancia y de las bendiciones en el trabajo.

En los 'torii'. (Foto: Especial)

Es un templo sintoísta, entonces hicimos todo el ritual de lavado de manos, de boca, pasamos por los torii (puertas tradicionales japonesas que marcan la entrada a un espacio sagrado) y también fue mágico.

Dicen allá que todo japonés nace sintoísta y muere budista, porque inicialmente quieres recibir ¿no?, pedir bendiciones en el trabajo, en la familia … y después vas desprendiéndote y sabiendo que en realidad no necesitas tanto, eso es el budismo, estás para servir y para dar.

La familia en el bosque de bambú. (Foto: Especial)

Fuimos al bosque de bambú que es lo que yo más quería visitar, estuvimos en la ceremonia de té y fue hermoso. Nos encantó vestirnos con kimonos, vimos samuráis, fuimos al Dachi Museum, que tiene un jardín que por 22 años ha sido considerado como el jardín más hermoso en Japón, de hecho no puedes ni pisarlo, lo ves a través de vitrinas; tienen 70 jardineros todos los días trabajando en él.

En el Santuario Okazaki. (Foto: Especial)

Fuimos obviamente a Osaka, que ofrece toda esta modernidad y es muy divertido y colorido. Fuimos al acuario y nos tocó la Expo Universal, que es cada 5 años en diferentes países.

En Tokio vimos el Palacio Imperial, la Torre de Tokio… pasamos varias veces por Shibuya Scramble Square, este lugar donde se cruzan varias avenidas y que dicen que es el cruce más transitado del mundo, ahí está la estatua del perrito Hachiko.

Además está la comida ¡qué manera de comer delicioso en Japón!

Visitaron varios templos como el Santuario Yasaka. (Foto: Especial)

Fue padrísimo convivir y estar con mis hijos tantos días pegados cachete con cachete. Lo agradezco muchísimo. Vivimos absolutamente de todo, lo gozamos, me siento muy afortunada de haber vivido esto con ellos y con Mary que tiene 10 años trabajando con nosotros y que moría por ir a Corea y a Japón.

El grupo completo en el santuario dedicado a la diosa Inari. (Foto: Especial)

En el crucero logramos llegar a Corea, fuimos a Busan, y amé que estuviera pisando esa tierra y supiera que estaba allá y. El viaje fue un regalo de mí para ellos, de mí para mí, para nosotros… es muy bonito como mamá poder hacer estas cosas.