La vida amorosa de Christian Nodal se ha convertido en un espectáculo paralelo a su carrera musical. Con cada nuevo romance, el cantante parece desafiar no solo las leyes del corazón, sino también las del tiempo.
En menos de cinco años, ha protagonizado una saga sentimental que incluye rupturas mediáticas, tatuajes borrados, declaraciones de amor en vivo y, más recientemente, una relación que ha dejado a medio México preguntándose: ¿cómo es que se casó con Ángela Aguilar si tiene una bebé con Cazzu?
Nodal no solo cambia de pareja con la velocidad de un corrido tumbado, sino que sus transiciones amorosas suelen estar marcadas por gestos públicos que rozan lo teatral. Lo que para algunos es pasión desbordada, para otros es simple falta de discreción.
Y en este último capítulo, el calendario simplemente no cuadra: mientras Ángela Aguilar asegura que su relación con Nodal es una “continuación” de algo que ya existía, los tiempos con Cazzu —y el nacimiento de su hija— hacen que esa narrativa se tambalee.
Así que, como buenos detectives, nos dimos a la tarea de repasar los últimos cinco amores de Nodal. No para juzgar —eso se lo dejamos a los comentarios— sino para entender cómo se construye el mito romántico del ídolo del regional mexicano. Spoiler: hay más tatuajes que aniversarios.
Y en el tutorial, ¿qué elementos country/campiranos son trendy?
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Antes de que Nodal se volviera sinónimo de escándalo amoroso, tuvo una relación con María Fernanda Guzmán, hija del exfutbolista Daniel El Travieso Guzmán. Fue su primer romance conocido, y aunque no alcanzó niveles de exposición mediática como los que vendrían después, sí marcó el inicio de su historial sentimental.
La relación terminó justo antes de que Nodal se hiciera viral por su noviazgo con Belinda, lo que dejó a muchos con la sensación de que el cierre fue más abrupto que natural.
María Fernanda desapareció del radar tan pronto como Belinda entró en escena, y aunque nunca hubo declaraciones explosivas ni dramas públicos, su presencia en la cronología amorosa de Nodal es clave. Representa el punto de partida de una narrativa que, con el tiempo, se volvería cada vez más teatral y menos privada.
Con Belinda, Nodal entró de lleno en el terreno del espectáculo sentimental. Su relación fue intensa, pública y marcada por una estética de telenovela: anillos de compromiso millonarios, tatuajes con su nombre, y una química que parecía sacada de un videoclip.
Durante más de un año, fueron la pareja más comentada del espectáculo mexicano, y su ruptura dejó a Nodal con más tinta en la piel que certezas en el corazón.
El final fue tan sonado como el principio. Belinda se convirtió en la villana o la víctima, según el fandom que uno consulte, y Nodal en el ex despechado que borró tatuajes y lanzó indirectas en sus canciones. Desde entonces, su vida amorosa ha sido una montaña rusa que parece buscar, sin éxito, repetir el frenesí mediático de aquel primer gran amor.
Después del huracán Belinda, Nodal tuvo un breve romance con Mariana García, modelo y actriz que mantuvo un perfil mucho más bajo.
Aunque nunca se confirmó oficialmente, las fotos juntos y los gestos en redes sociales dejaron claro que algo había entre ellos. Fue una relación sin escándalos, sin tatuajes, y sin declaraciones explosivas. Un respiro, quizás, en medio del caos sentimental.
Pero como todo en la vida de Nodal, la calma duró poco. Mariana desapareció del radar tan rápido como llegó, y el cantante volvió a la narrativa del amor intenso y público. Este episodio, aunque breve, mostró que Nodal también puede tener relaciones sin convertirlas en espectáculo… aunque claramente no es su estilo favorito.
Con Cazzu, la rapera argentina, Nodal pareció encontrar algo más estable. Su relación fue más madura, más artística, y menos escandalosa —al menos al principio. Compartieron escenarios, viajes, y una estética que mezclaba lo urbano con lo romántico. El nacimiento de su hija Inti, en septiembre de 2023, parecía consolidar una nueva etapa en la vida del cantante.
Pero la historia dio un giro inesperado. Apenas unos meses después, Nodal anunció su separación, y poco tiempo después ya estaba en una relación con Ángela Aguilar. Lo que desconcertó a muchos fue la rapidez del cambio, y la aparente superposición de afectos. ¿Cómo se pasa de ser padre primerizo a estar en una “continuación” amorosa con otra cantante? Las cuentas no salen, y el público lo sabe.
La relación con Ángela Aguilar ha sido presentada como una historia que “siempre estuvo ahí”, según palabras de la propia cantante. Pero esa narrativa ha sido difícil de digerir para muchos, especialmente considerando que Nodal acababa de terminar con Cazzu y que su hija apenas tenía unos meses de nacida. La idea de que este romance es una continuación y no un inicio con timing sospechoso ha generado más preguntas que respuestas.
Lo cierto es que Ángela y Nodal tienen historia: colaboraciones musicales, química en el escenario, y una cercanía que siempre despertó rumores. Pero oficializar la relación, con boda y todo, en medio de una reciente paternidad, ha puesto a ambos en el centro de una polémica que no parece tener fin. ¿Es amor verdadero o simplemente otro capítulo en la novela sentimental de Nodal?.
Me encanta la estética country pero no estoy muy segura de que se lleve actualmente ¿lo campirano está de moda?
Mónica
La estética campirana se reinventa con guiños modernos, sostenibles y hasta cinematográficos. Aquí te dejo lo más trendy:
Botas vaqueras con twist
Bordados metálicos, colores como vino y verde oliva
Tacones cómodos y suelas anatómicas para looks urbanos
Accesorios protagonistas
Cintos con mega hebillas, mochilas de cuero, pañuelos estampados
Joyería rústica y sombreros con detalles trenzados o estampados
Prairie dresses modernizados
Siluetas etéreas con mangas abullonadas, cuellos altos y faldas amplias
Estampados florales lavados, encajes delicados y textiles ligeros como lino y algodón orgánico
Drop-waist y cortes imperio, vistos en colecciones de Marni, Emilia Wickstead y Reformation
Paletas en neutros, rosa empolvado y verde salvia, ideales para transicionar entre estaciones
Se llevan con botas vaqueras, sombreros de ala ancha o incluso sneakers para un giro urbano