Al mediodía del domingo 11 de octubre comenzó la ceremonia bautismal del príncipe Nicolás, hijo de la princesa Magdalena de Suecia y de Chris O´Neill.
El arzobispo Antje Jackelen fue el encargado de oficiar la misa, asistido por el capellán del rey, el obispo emérito Lars-Göran Lönnermak y pastor de la corte real parroquial y el capellán Michael Bjerkhagen.
El príncipe, sexto en la línea de sucesión del trono sueco, lució un hermoso ropón color marfil, se veía hermoso aunque no estaba tan de buen humor, se la pasó llorando la mayor parte de la misa.
Al terminar la misa, la familia sueca le dio a la bienvenida a sus invitados a una recepción, celebrada en el Salón Ehtenstrahl. El menú que degustaron los asistentes se compuso de un carpaccio de remolacha de oro con trufas, mizuna, semillas de calabaza tostadas y queso de oveja; filete chamuscado de merluza a la mantequilla acompañado de parcelas de hortalizas, salsa noruega con langosta y papas; tarta de caramelo del sur de Francia con frambuesa y mousse.