La emblemática ciudad de San Miguel de Allende se convirtió nuevamente en la sede del Otomí Grand Prix, donde jinetes de países como Canadá, Colombia,Argentina,Uruguay, Brasil y por supuesto México se dieron cita para vivir, por un fin de semana, las emociones de la fiesta ecuestre. Esta 27 edición se llevó a cabo, como cada año, en las instalaciones de Otomí Residencial Hípico, lugar que cautiva a todo el que lo visita con la impresionante vista que se puede apreciar desde una de sus pistas.