The Bright Side| 27/07/2017 |11:21 |The Bright Side | Actualizada
11:21

“Hay tantas realidades como puntos de vista. El punto de vista crea el panorama”, José Ortega y Gasset

Estamos acostumbrados a entender nuestra realidad desde lo que asumimos como bueno o malo. Esto lo aprendimos cuando éramos pequeños y a través de nuestra propia experiencia. Muchas ideas ni siquiera salieron de nosotros, sino que fueron introyectadas por nuestro sistema familiar, escuela, medios de comunicación, amigos, pareja, entre otros. Y así es como hemos formado nuestras opiniones acerca de todo y de todos. ¿Qué es la belleza? ¿Qué es el poder? ¿Qué es la sexualidad? ¿Cómo deben ser nuestras relaciones?... Muchas veces las defendemos hasta atacar a cualquiera que piense algo distinto a lo que nosotros consideramos “la verdad”.

Los pleitos inician en nuestro alrededor, con quienes tenemos cerca y ahora con las redes sociales, cada vez es más frecuente que personas que ni siquiera se conocen, se dan hasta con el sartén cuando se encuentran ante un criterio que no coincide con su manera de ver la vida. Si esto lo extendemos al mundo, es precisamente la incapacidad de comprender al otro, lo que crea guerras. ¿Por qué? Porque nos enganchamos al sentirnos atacados porque el otro no está de acuerdo con nuestra versión. O nos sentimos halagados cuando coinciden con nosotros. Y en este segundo aspecto hay que poner atención porque incluso esto nos limita a ver más allá, al colocarnos en una zona de confort.

Todos estos juicios los aplicamos no solamente hacia el exterior, sino hacia nosotros mismos y olvidamos que un punto de vista es solamente eso: un aspecto de algo mucho mayor; un punto en infinidad de posibilidades. Una herramienta muy poderosa que aprendí en Access Consciousness para expandir nuestra consciencia es recordar que todo lo que sentimos, creemos, juzgamos hemos decidido o concluido es solamente “un interesante punto de vista”. Cuando percibimos las situaciones, a las personas o incluso a nosotros mismos, desde aquí tendremos la oportunidad de abrirnos a todo el universo y a aprender desde el Ser Infinito que somos, más allá de este plano de polaridad en el que vivimos.

¿Cuántas veces hemos dicho “de esta agua no beberé” y después nos encontramos haciendo exactamente lo que dijimos que no haríamos? Esto es lo maravilloso, el no casarnos con nada, sino el tener nuestras antenas abiertas para captar todo lo que nos podríamos estar perdiendo. El cambio es inminente, así que te invito a que a partir de ahora puedas experimentar tu vida sin juicio, observando todo desde “un interesante punto de vista”.