The Bright Side| 09/02/2017 |19:04 |The Bright Side | Actualizada
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“Para algunos, las palabras no son más que sonidos que emergen de su boca; sin embargo, para otros representan el significado de su vida misma, su honor, su honra, su valor como seres humanos”, Luis Castellanos

La palabra es la forma en la que expresamos de manera verbal lo que pensamos y lo que sentimos. Es una herramienta muy poderosa de comunicación. Por eso es indispensable aprender a utilizarla. La palabra te define como ser humano, la manera en la que te relacionas con otros y si eres una persona confiable. En otra época, la palabra era tan importante que demostraba la honorabilidad de quien la daba: bastaba con un apretón de manos para cerrar un trato económico, político y/o familiar.

Hoy hemos dejado de dar valor a lo que decimos: muchas veces lo hacemos por salir del paso, por quedar bien o por impulso. Al no tener claro lo que deseamos o sentimos, es difícil que lo podamos expresar. Y tristemente la palabra por sí misma no basta si no hay dinero por delante: “Papelito habla”.

Hacemos uso de ella en muchos casos más que con dolo, de manera irresponsable. Si estamos felices hacemos promesas para siempre motivadas por la emoción del momento y lo mismo sucede al contrario: cuando nos sentimos enojados somos capaces de herir a los demás al decir cosas que ni siquiera pensamos. En México, hasta bromas hacemos al respecto: “Mañana te pago”, “Te hablo al rato”… Es una manera de ser a la que tal vez ya estamos acostumbrados pero a la larga esto tiene implicaciones serias en nuestras vidas. ¿Te has puesto a pensar cuántas veces quedas en algo que desde el principio sabías que no ibas a hacer? ¿O que te comprometes en algo y a medio camino surge una mejor oportunidad y optas por tu segunda opción?

Como todo, hay que empezar por uno mismo. Identificar cuántas cosas nos decimos que no cumplimos. Y evitar las promesas o compromisos a destajo. Tomar uno y realmente hacer lo necesario para cumplirlo.

Si en tu vida te encuentras constantemente en situaciones en las que “te quedan mal” o no te cumplen, te invito a que te detengas y revises qué está sucediendo contigo y si de alguna manera también tú lo haces con los demás. Recuerda que todo lo que te molesta afuera son mensajes de aspectos que hay que trabajar de manera individual.