The Bright Side| 13/10/2016 |17:06 |The Bright Side | Actualizada
17:06

Vivimos en una realidad dual: día-noche, ying-yang, vida-muerte. Y eso lo podemos apreciar no solamente afuera, sino en nosotros mismos. Muchas veces nos cuesta trabajo identificar quiénes somos en realidad, ya sea porque estamos conectados solamente con nuestra parte que consideramos negativa o por el contrario, nos enfocamos únicamente con lo que nos sentimos cómodos. Ninguna de las dos posturas es la ideal: somos luz y sombra al mismo tiempo. Y la mejor manera de estar en equilibrio es reconociendo, con honestidad, el conjunto completo.

Hay un ejercicio que me gusta mucho que encontré en un libro de Laurie Beth Jones. Creo que es muy bueno para poder acercarnos a entender quiénes somos. Piensa en algo con lo que te sientas identificado, por ejemplo: un águila, un bosque, una banca… Lo que quieras. Te sugiero que escribas lo primero que te venga a la mente, sin restricciones. Una vez que lo tengas, haz dos columnas: en la primera vas a poner palabras que describan aquello que elegiste (adjetivos calificativos) y en la segunda, verbos relacionados. Te recomiendo por lo menos 10 opciones por columna. Entre más descriptiv@ seas, alcanzarás mayor nivel de profundidad en este trabajo.

Por ejemplo, si escogiste “el sol”, en el primer apartado pones: amarillo, imponente, enojado, vital, caliente… Y en el segundo: abriga, quema, ilumina, ciega… Es importante que no pongas filtros a la hora de anotar, lo que te venga a la mente, esa es la respuesta que estás buscando. Una vez que termines, lee en voz alta: “El sol… y agregas de corrido lo que pusiste en las dos columnas. Posteriormente escribe: “Yo soy (tu nombre) y soy (lo que escogiste) y (adjetivos y verbos)”. Durante una semana recuerda constantemente las características que tienes y te darás cuenta cómo en momentos una que tal vez no te gustaba tanto, resulta que te salva en alguna situación.

Por ejemplo: vas a explotar y recuerdas que eres sol y a veces te enojas. Lo aceptas y puedes bajar tu reacción o por otro lado, si te sentías insegur@ al llegar a un lugar, recuerdas que iluminas, entonces reconoces eso en ti. Todas estas descripciones y las que se te vayan ocurriendo después son tus herramientas. Solamente es cuestión de que las identifiques para saber cuál se adapta mejor para determinada circunstancia. Imagina que traes la bolsa de “Mary Poppins” y que ahí está todo, absolutamente todo lo que requieres para salir adelante.