The Bright Side| 21/07/2016 |12:29 |The Bright Side | Actualizada
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“Hay que cuidarse de las víctimas, son muy peligrosas. Alguien que se queja de lo malo que fueron con ella (él), está buscando un aliado, no está buscando arreglar su situación. Una víctima nos arrastra a su estado. Hace que todos sean culpables. Todos los que no se ‘solidarizan’ con su estado son ‘malos’. Una víctima es muy peligrosa; daña a todos”, Bert Hellinger

Es muy común que cuando nos pasa algo desagradable, lo primero que hacemos es buscar culpables a toda costa: la otra persona, el clima, mi jefe, mis papás, mi amigo. Y la lista puede ser interminable.

Ponernos en el papel de víctima, no nos ayuda, sino lo contrario, nos coloca en un nivel de negatividad que si no detenemos a tiempo, nos puede llevar a estados de conciencia muy bajos.

A veces nuestra primera reacción es “matar al mensajero”, esto es que en lugar de analizar lo que realmente nos está sucediendo e ir al origen, nos vamos encima de todo aquello que nos provoca un malestar. Los demás son solamente un reflejo de lo que hay que trabajar en nosotros mismos, pero no son los causantes de nuestros problemas.

¿Tu jefe te está obligando a quedarte más del tiempo regular en la oficina? Revisa tu tema con los límites. ¿Por qué lo estás permitiendo? Y así puedo mencionar cualquier ejemplo… ¿Qué pasa si nos estamos quejando constantemente? Lo más probable es que alejemos a las personas de nuestras vidas. Una cosa es empatizar y otra muy distinta resolver. Puede ser un hecho que realmente tu pareja te habló mal. Entonces, ¿qué vas a hacer? Poner un alto a las faltas de respeto o ir por la vida diciendo a todo el mundo lo mal que te trata.

Las actitudes codependientes inician cuando existe una víctima y un salvador que quiere resolver el problema del otro a toda costa. Y uno cubre las necesidades del otro.

Por eso hay que poner mucha atención cuando notamos que estamos en ese rol. Analizar qué es lo que puedo trabajar en mi para salirme de esta situación y mejorar mi vida y la manera en la que me siento o pedir ayuda profesional.

Y sobre todo, si alguien está constantemente en una queja y no hace nada al respecto, te recomiendo que salgas corriendo. Lo más probable es que quiera que tú le soluciones sus problemas y al hacerlo no estás ayudando a nadie, sino fomentando su actitud.

Cada uno somos responsables de nuestra propia vida y aunque queramos, si el otro no pone de su parte, el lamer las heridas solamente dará como resultado frustración de ambas partes.