Foodie con Clase| 29/10/2015 |12:35 |Foodie con Clase | Actualizada
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El pan de muerto es de los elementos más ricos del altar por su sabor e historia. ¡No que ésta sea romántica! Pero representa uno de los sacrificios más dolorosos de un rey. Las civilizaciones prehispánicas solían sacrificar anualmente a una princesa para entregársela a los dioses. Le sacaban el corazón a modo de ofrenda. Aún latente, lo sumergían en una olla de amaranto y se lo entregaban al tlatoani, o sacerdote, para que se lo comiera. Con la conquista el órgano tomó forma de pan. Hasta aquí, podríamos relacionarlo con la simbología que tiene en la iglesia católica. Pero me tomo el atrevimiento de llevarlos más lejos…

Los rituales del neolítico, identifican al trigo con la vida y la muerte. Lo sagrado, lo femenino y el principio materno de la agricultura. El pan fue conocimiento y creación. Resurrección y supervivencia de los muertos. Una ofrenda que se le entregaba a los difuntos como alegoría a los ciclos de la vida eterna, atados a la metáfora del trigo. El pan también está asociado con la procreación. El proceso de cosechar, cargar, transformar, hornear, tiene un paralelismo. Probablemente en alusión a la vida después de la muerte. Sea cual sea el simbolismo que le brindemos, siempre termina en la muerte. La forma que conocemos del pan de muerto representa un cadáver. El nudillo al centro es un cráneo de dónde se desprenden cuatro canillas que simbolizan los huesos. Estos, a su vez, señalan los cuatro puntos cardinales. En México, cada estado tiene su manera tradicional de hacerlo. Azucarados, barnizados con huevo y ajonjolí, pintados de rojo, rellenos, ovalados, redondos, con o sin dedicatoria. y en algunos lugares hasta llevan dedicatoria. Sin importar su origen, siempre esperamos estas fechas para disfrutarlos con un delicioso chocolate caliente. Toma nota:

Da Silva: Su pan de muerto tiene un sabor muy azucarado, con notas de agua de azahar y un muy ligero toque a naranja. Oscar Wilde #12, Polanco. Prado Norte #349. Lomas de Chapultepec

Sucre i Cacao: Uno de mis favoritos Augusto Rodin #57 local 1, Nápoles.  Manuel M. Ponce #181, Guadalupe Inn. Tel: 8590 1813

Eno: Hay que llegar temprano. Te recomiendo que también pruebes la granola. Francisco Petrarca #258, Polanco. Explanada #730, Lomas de Chapultepec. Palmas 520, Lomas de Chapultepec.

Rosetta: Tienes que probar la versión de Elena Reygadas. Havre #73, Juárez.  Colima # 178A, Roma.

Superama: ¡No tiene pierde y es fácil de conseguir! Es suavecito y su costra de azúcar es deliciosamente crocante.