Actualmente las relaciones amorosas se han tornado más complicadas debido a las múltiples plataformas de internet que poco a poco logran distanciar más a las parejas, y si a eso se suma una relación a distancia podría sonar a una completa locura.
A pesar de eso, aun hay personas que ponen el amor y la confianza ante todo, logrando hacer de una relación amorosa, la mejor experiencia de la vida. Tal es el caso de Ale Grümberger y Gastón Lozano, una joven pareja de enamorados que lleva dos años y medio de relación… ¡a distancia!.
Hasta hace poco más de dos años y medio cada uno vivía una vida por separado, ella en Celaya (ahora en Querétaro) y él en San Luis Potosí, sin embargo, por azares del destino estos dos jóvenes coincidieron para formar una linda pareja.
Ellos se conocieron por un viaje que hicieron a Cancún y aunque ya había señales de que se tenían que conocer aun no sabían que ese encuentro en la playa marcaría sus vidas.
“Nuestras hermanas se conocieron cuando se fueron a estudiar a Monterrey. Un día Itziar, hermana de Ale me comentó que tenía una hermana de mi edad que me quería presentar, sin embargo, eso solo quedó en una plática y no se volvió a tocar el tema”, recordó Gastón.
Ale, quien en ese momento no sabía de la existencia de Gastón, también viajó a las paradisíacas playas de Cancún donde en un encuentro fortuito conoció al que sería su novio.
Gastón recuerda: “En unas vacaciones me fui a Cancún con mis amigos de la escuela y el primer día que llegué me encontré con un conocido que a su vez estaba con Ale. Me presentaron con ella y comenzamos a platicar, cuando de repente me contó que también conocía a algunas personas de San Luis Potosí. Entre la plática resultó que nuestras hermanas eran mejores amigas. De ahí intercambiamos teléfonos y comenzamos una linda amistad”, recuerda.
Tras el viaje en el que se conocieron tardaron un mes aproximadamente en volverse a ver, y es que debido a la distancia, las cosas tuvieron que ir a paso lento, aunque sin perder el interés.
“Luego de casi un mes él fue a visitarme y a partir de esa visita comenzamos a salir un poco más para conocernos. Él iba por mi para ir por un café, al cine o a comer y tuvieron que pasar un par de meses más para que nos hiciéramos novios”, contó la feliz novia.
Luego de estar saliendo por un par de meses y sin importar la distancia, Gastón se animó a declararse, y es que en vísperas de un evento familiar, él tomó la decisión de hacerlo para que finalmente su familia pudiera conocer a la mujer que lo hacía feliz desde hacía tiempo.
Entre viajes en los que él la visita a ella y viceversa, han pasado un par de años juntos, sin que el amor se acabe, sin que la confianza decaiga y con la ilusión de que el amor que sienten pueda superar cualquier obstáculo que se les venga enfrente.
Con hermosas palabras de amor y con inigualables muestras de cariño, Gastón le demuestra a Ale lo importante que ella es en su vida. Mientras que Ale, un poco más tímida, agradece a Gastón la paciencia y el amor que ha demostrado.
Ella ama de él su determinación, su carácter y su poder de confortarla y defenderla cuando lo necesita. Él por su parte le recuerda que en su vida, ella es la mujer más guapa y que no puede sentirse más afortunado de contar con ella en las buenas y en las malas.
Ale y Gastón son el ejemplo claro de que cuando existe un amor puro y sincero las cosas siempre salen a favor, y que sin importar la distancia pueden seguir juntos y enamorados siempre y cuando exista la confianza y sobre todo el respeto.