The Bright Side| 26/11/2015 |12:20 |The Bright Side | Actualizada
12:20

Los atentados terroristas que sufrieron en París hace unos días, sacudieron al mundo entero. Las redes sociales mostraban sentimientos de reproche, indignación, tristeza, solidaridad e invitaciones a rezar por las personas que perdieron la vida y sus familiares.

Sea cual sea la razón por la que fueron difundidos con tanta importancia éstos y no otros sucesos ocurridos en otras partes del mundo, lo cierto es que nos puso a todos en alerta.

El problema que encontré es que en las mismas redes sociales, empezó una guerra entre personas reprochando el por qué se apoyaba a un país en vez de a otro. Como si se tratara de un partido de futbol. La realidad es que la humanidad está en decadencia, que miremos al rincón que miremos, encontraremos a gente inocente sufriendo.

Creo que lo importante aquí no es quién está peor o quién tiene la culpa de todo lo que está sucediendo. Todos somos responsables de alguna u otra manera de la realidad en la que estamos viviendo actualmente en el mundo.

Lo positivo es que cualquiera que sea la causa que nos haga conscientes de lo mal que está el mundo, siembra una semilla en cada uno de nosotros para poner lo que, como individuos, nos corresponde.

Basta ya de pelear por ver quién tiene la razón. No todos podemos ni venimos a apoyar a todo lo que sucede. Identifiquémonos con una causa y seamos congruentes. Nuestra misión es dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos.

Hacernos preguntas como: ¿de qué manera estoy contribuyendo a la falta de paz en el mundo con mis acciones con las personas que están cerca de mí?

¿Tomando esta u otra decisión estoy siendo un vehículo para la paz o para la discordia?

Si como individuos no somos capaces de hacer lo que nos toca, ¿qué podemos esperar de las naciones o de los gobernantes?